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Bragarnik, un gestor con estrella

El inversor argentino no ha parado de lograr éxitos desde que se hiciera cargo del Elche en diciembre de 2019

Bragarnik, en el sillón presidencial del estadio Martínez Valero SONÍA ARCOS/E.C.F.

Christian Bragarnik mantiene su idilio con el Elche CF. Nunca hubiera imaginado el inversor argentino que las cosas le iban a ir tan bien aquella noche fría del 3 de diciembre de 2019 cuando salía de la notaría de Francisco Tornel después de comprar el paquete mayoritario de acciones del club ilicitano a José Sepulcre.

Los pocos más de dos años que lleva Bragarnik en la entidad franjiverde han estado plagados de éxitos deportivos y, a su vez, económicos.

En su primera temporada, apenas nueve meses después de aterrizar en el Martínez Valero, el 24 de agosto de 2020, el Elche celebraba el ansiado ascenso a Primera División. Fue tan brillante como inesperado. El equipo que entonces entrenaba Pacheta se clasificó para la eliminatoria para el «play-off» después de un gol agónico de Pere Milla frente al Oviedo y de varias semanas de tensión por el «caso Fuenlabrada». Todas las estrellas se alinearon con el conjunto ilicitano que, tras eliminar al Real Zaragoza, con un gol de Nino en La Romareda, en Montilivi, de nuevo Pere Milla marcaba un gol histórico en el tiempo de prolongación. 

El máximo accionista sabía que ese día era el principio de un camino que, hasta el momento, es brillante. El Elche volvía a Primera División, con lo que ello significaba a nivel económico y mediático. 

Esa buena suerte que viene acompañando a Christian Bragarnik se repitió la temporada pasada. El cuadro franjiverde estaba, prácticamente, desahuciado al descenso a Segunda División después de perder en casa con el Alavés. Sin embargo, la buena estrella del argentino siguió alumbrando. En las dos últimas jornadas, el Elche venció en Cádiz y al Athletic Club de Bilbao, se dieron las carambolas necesarias de su rivales y el conjunto ilicitano permaneció en Primera, cuando, al igual que en el ascenso, muy pocos, por no decir casi nadie, lo esperaba. 

Ascenso, permanencia... la hoja de ruta se estaba cumpliendo a la perfección. Para la presente campaña el objetivo marcado era lograr la salvación sin tantos apuros y sufrimiento

Las cosas no marchaban como se esperaban. El Elche caminaba sobre el alambre y Bragarnik, a quien no le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones, cortó por lo sano y destituyó a Fran Escribá en la décimo cuarta jornada. 

Para complicar más las cosas, en el último momento desertó Pablo Machín, que era el entrenador elegido para sustituir al valenciano. Todo se veía negro. Incluso, se valoró la posibilidad del regreso de Almirón

Los negros nubarrones amenazaban el Martínez Valero. Pero Bragarnik volvió a jugar sus cartas con astucia. Francisco había dicho «no» en un primer momento y, cuando nadie lo esperaba, el argentino contrató al técnico almeriense y la apuesta ha salido, de nuevo, ganadora. 

El nuevo preparador franjiverde dio un giro radical al equipo y, a falta de diez jornadas para finalizar el campeonato, el Elche está, prácticamente, salvado. De nuevo, el máximo accionista se encuentra, a punto, de alcanzar el objetivo que se había marcado para esta temporada. Los astros continúan alineados a su favor. 

Bragarnik no es amigo de los focos, pero, al igual que tras conseguir el ascenso en Girona y la permanencia frente al Athletic Club, el pasado sábado en Granada, no dudó de fotografiarse en la celebración. Sabía que otro éxito estaba en camino.

Beneficios económicos

Los éxitos deportivos que está consiguiendo el argentino están acompañados de unos beneficios económicos como nunca ha ocurrido en el club. 

En su primera temporada, la del ascenso, el balance fue un superávit de dos millones de euros. La pasada se alcanzaron los 13 millones de beneficios, incluso, en la actual campaña, espera obtener una cantidad superior. 

Todo ello va a permitir que se cumplan los plazos y las condiciones de pago a Sepulcre por el paquete mayoritario accionarial. Eran unos 25 millones, con el plus del ascenso, en ocho años.

El presidente, Joaquín Buitrago, calificó a Christian Bragarnik como «un gestor magnífico, que no dilapida un duro y que gestiona todas las áreas del club de manera muy eficiente».

Ciudad deportiva

Bragarnik también está mejorando las instalaciones del estadio Martínez Valero. Ha acondicionado los vestuarios, el túnel de salida al campo, ha cambiado de empresa del césped que, ahora, luce mejor. La nueva tienda oficial está en proceso, al igual, que los nuevos videomarcadores. Ambos cosas se están retrasando más de lo esperado, pero van camino de ver la luz. 

Lo que se le está resistiendo es la construcción de la nueva ciudad deportiva. El equipo sigue deambulando sin tener un lugar idóneo donde entrenar. Es la única promesa que, de momento, no tiene visos de verse cumplida.

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