«Espero ser el último presidente con el que el Elche descendió de Primera». Eso comentó Sánchez Riquelme después de que el conjunto ilicitano ascendiese a la máxima categoría en la temporada 2012-2013, 25 años después de que lo hiciera bajo su mandato en la campaña 1987-1988. Ese dudoso honor solo ha ocurrido una ve y fue de forma administrativa y con el valenciano Juan Anguix en la presidencia.
Unas horas antes de que el cuadro franjiverde sumara un punto frente a Osasuna con aroma a permanencia en Primera, el corazón del empresario ilicitano dejó de latir a sus 85 años. Todo el estadio Martínez Valero, al que le cambió su actual nombre dejando atrás el de Nuevo Estadio, guardó ayer un respetuoso minuto de silencio y rompió en un gran aplauso cuando se anunció su nombre.
Sánchez Riquelme, además de un reconocido empresario en la ciudad, fue un hombre apasionado por su Elche. Era un dirigente de los de antaño. De los que estaba para cualquier cargo. Formó parte de las directivas de Manuel Martínez Valero, Vicente Pastor, Diego Quiles y José Sepulcre Fuentes. Se encuentra en el selecto grupo de presidentes que han conseguido ascender al club ilicitano a Primera División. Lo hizo en la temporada 1987-1988. Antes solo lo habían logrado José Esquitino, Martínez Valero y Diego Quiles. Más recientemente se unieron a ese grupo reducido José Sepulcre Coves y Joaquín Buitrago.
Fue uno de los pioneros del Deportivo Ilicitano, del que fue presidente y el encargado de hacerlo filial del Elche. Fue presidente de la comisión deportiva de la entidad franjiverde durante muchos años y quien trajo a Felipe Mesones al banquillo y a jugadores como Bracum, Sixto, Cartagena o Benito Sánchez, entre otros muchos. Incluso no dudó en firmar a Kubala como entrenador, en una operación que no dio el resultado esperado.
Una de sus primeras decisiones al llegar a la presidencia fue cambiar el nombre de Nuevo Estadio por Martínez Valero. Sánchez Riquelme dejó el club en la temporada 1989-1989, tras el descenso a Segunda, y dejó el relevo a Antonio Aledo.
Según relata el maestro Santiago Gambín, en un artículo para la Cátedra Pere Ibarra, José Sánchez Riquelme (Elche, Balsares, 14 de octubre,1936), sin haber jugado al fútbol en su juventud, fue desde joven muy activo tanto en el seguimiento del Elche como en su faceta de dirigente. Fue delegado del Naca, equipo que participó en la Copa de San Pedro y en los Campeonatos de España de empresas. Con poco más de 20 años se incorporó a la junta directiva del Ilicitano, que presidía Narciso Caballero. Ambos lograron dos hitos importantes, como fue el ascenso a Tercera División y la condición de filial del Elche.
En 1971, Martínez Valero lo incluyó en su junta directiva como vocal y en 1982, pasó a formar parte, como vicepresidente, de la directiva de Vicente Pastor Antón y se mantuvo con Diego Quiles. Fue vicepresidente primero y hombre fuerte con José Sepulcre Fuentes. Tras dimisión de José Sepulcre se convirtió en presidente, alcanzando su mayor éxito en la campaña 1987-1988 con el ascenso a Primera.
Sánchez Riquelme vivió numerosos derbis con el Hércules. En una entrevista a este diario, aseguró que «los verdaderos derbis acabaron con Martínez Valero y Rico Pérez» y, por encima de todos, recordó «el jugado en el Rico Pérez en la temporada 1974-1975. Hubo palos para todos. Dos equipos plagados de argentinos, con Pipo Rossi, Giuliano, Rubén Cano... Saltaron chispas. En las casetas ya comenzaron a calentarse y luego en el campo pasó de todo. Pienso que el único que no recibió en aquel encuentro fue Martínez Valero, porque hasta a Pablo Serna (directivo) lo encerraron en la jaula y tuvimos que ir al gobernador a pedirle que lo soltara.
El sepelio de Sánchez Riquelme será este lunes, a las 12 horas, en la basílica de Santa María.
