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El Elche lo tiene claro: un recambio mejor antes de vender

Bragarnik no aceptará ofertas por Boyé o Mojica si no ficha antes a jugadores que suban el nivel en sus puestos

Bragarnik, junto al alcalde, Carlos González, y el presidente, Joaquín Buitrago, el pasado domingo en el palco Matias Segarra

Durante los últimos días están surgiendo numerosas informaciones y rumores sobre posibles ventas, como las de Lucas Boyé y Mojica, y posibles fichajes del Elche CF para la próxima temporada. Desde el club ilicitano aseguran que hasta las oficinas del Martínez Valero no ha llegado ninguna oferta, ni siquiera interés firme, por el delantero argentino ni por el lateral izquierdo colombiano. 

En la entidad franjiverde son conscientes de que la gran campaña que están realizando tanto Boyé como Mojica puede despertar el interés de otros equipos. Pero el propietario del Elche, Christian Bragarnik, lo tiene muy claro: antes de aceptar cualquier oferta por cualquier futbolista deberá tener atado un recambio para su posición, como mínimo, de su mismo nivel, o incluso mejor. Si no es así, cualquier jugador, con contrato en vigor, que quiera abandonar el club ilicitano deberá abonar su cláusula de rescisión para poder salir.

El máximo accionista, por encima del interés económico, pretende subir, año tras año, un peldaño en la calidad de la plantilla. Bragarnik es consciente que la mejor rentabilidad para su inversión es que el Elche continúe muchas temporadas en Primera División. Y lo que ahora puede ser un «caramelo» a nivel financiero, en el futuro inmediato, en caso de un descenso, sería peor. 

Por ello, si llega una oferta interesante por Lucas Boyé se estudiaría y, al mismo tiempo, se buscaría en el mercado para encontrar posibles sustitutos. De hecho ya hay nombres sobre la mesa ante la posibilidad de que se produzca esa opción. Pero si no se termina de concretar el fichaje, el delantero argentino no saldrá, si no es pagando su cláusula de 25 millones de euros. 

La situación de Mojica es similar. Aunque la cláusula del colombiano de 5,5 millones es mucho más asequible para equipos importantes. En el caso del colombiano, Bragarnik no está dispuesto a negociar, a pesar de que los beneficios serían cuantiosos, porque el Elche pagó la temporada pasada poco más de 900.000 euros al Girona por su traspaso

El propietario de la entidad franjiverde, como buen empresario, es frío y calculador. Y se está tomando con calma la planificación de la próxima temporada.  

La comisión deportiva y el propio Bragarnik están trabajando con una larga lista de futbolistas para reforzar el equipo. Pero antes de iniciar cualquier negociación está n esperando a tener la permanencia asegurada de forma matemática. 

Una vez que eso se produzca, el objetivo principal será acometer la renovación del entrenador, Francisco, como piedra angular del próximo proyecto. A partir de ahí, junto con el técnico, se pondrán los cimientos de la próxima plantilla, contando con la opinión del preparador almeriense. 

Renovaciones

El máximo accionista ya tuvo una primera toma de contacto a principio de año con varios futbolistas, que terminan contrato, a los que hizo saber su intención de que continuaran, como fueron los casos de Pere Milla, Omar Mascarell, Josan, Edgar Badia y Diego González. De todos ellos, solo se ha concretado la renovación del crevillentino, porque era la más fácil y la que menos problemas entrañaba. 

Con el resto, por ambas partes, se decidió esperar a que la salvación estuviera sellada. Todos ellos mostraron su predisposición a seguir en el Elche, pero, ahora, una vez que la permanencia sea matemática, será el momento de sentarse en la mesa y negociar los términos económicos. 

Mascarell es una de las prioridades, porque se trata de un futbolista clave en el equipo. Edgar Badia y Pere Milla también han ofrecido un gran rendimiento. En principio, se espera que no haya problemas para alcanzar un acuerdo. Pero Bragarnik no se casa con nadie y, si las pretensiones de los jugadores no las considera que entran en precio de mercado, no tendrá ningún problema en abrirles la puerta y buscar sustitutos.

Las cláusulas de la discordia de Pere Milla y Badia

La intención del Elche es llegar a un acuerdo y ampliar los contratos de Pere Milla y de Edgar Badia. Pero, según fuentes del club, el delantero y el portero cuentan con unas cláusulas por las cuales ampliarán una temporada más su vinculación si se cumplen una serie de objetivos, como la continuidad en Primera y jugar una serie de partidos. Ambas cosas están muy cerca de producirse.  

Sin embargo, con Pere existe una disparidad de criterios. El atacante firmó por tres campañas en verano de 2019 y la cláusula a la que se aferra, para poder quedar libre, es que se reflejó que el ascenso a Primera se tenía que producir en las temporadas 2020-2021 o en la 2021-2022 y se produjo en la primera. Por ello, su representante defiende que la ampliación automática no se corresponde a lo firmado. El propio jugador, cuando se le ha preguntado que podía seguir un año más con la permanencia, ha señalado: «Creo que no es así». Eso también ha provocado que su renovación se haya estancado y que su agente lo esté ofreciendo a otros equipos. 

En el caso de Edgar Badia, el portero nunca ha querido ratificar la cláusula de ampliación de contrato si el Elche seguía en Primera y jugaba el 50% de los partidos y ha comentado que era una cuestión del ámbito privado. Si su deseo es seguir, lo más fácil era admitirlo. En el club están convencidos de que ambos renovarán de forma automática si se mantiene la categoría. 

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