Hay tres jugadores en el Elche CF que son pilares fundamentales y que van a condicionar la planificación y la configuración de la plantilla de la próxima temporada: Omar Mascarell, Johan Mojica y Lucas Boyé. En función de su continuidad o no va a depender en buena parte los fichajes que realice el club ilicitano. 

Mascarell ha sido esta temporada una de las piedras angulares del conjunto franjiverde. El jugador que ha dado el equilibrio al centro del campo. Titular indiscutible, tanto para Escribá como para Francisco

Hace un mes, el propietario del Elche, Christian Bragarnik, le presentó una oferta formal de renovación a su representante. Pero el canario todavía no ha dado una respuesta. No vería mal quedarse en tierras ilicitanas, pero, también, quiere estar atento a la evolución del mercado, por si surge la posibilidad de firmar por otro equipo con mayores pretensiones deportivas que el conjunto franjiverde y que le pueda ofrecer un contrato más elevado. 

El centrocampista llegó al Martínez Valero un poco de «rebote» después de finalizar su etapa en Alemania y fue una oportunidad de mercado que aprovechó el entonces director deportivo, Nico Rodríguez. En el Elche ha estado «muy a gusto» y le agrada la opción de poder continuar. De hecho, ha habido equipos de similar potencial que el conjunto franjiverde, como han sido el Almería o el Rayo Vallecano, que han mostrado cierto interés por ficharle, a los que tampoco ha dado una respuesta positiva

A pesar de que su respuesta se está dilatando en el tiempo, en la entidad franjiverde siguen siendo optimistas y confían en que Mascarell terminen optando por aceptar la propuesta, que desde el club ilicitano califican como «importante».

Si el canario no continúa, el Elche se vería obligado a firmar dos pivotes defensivos, ya que Marcone se ha marchado a Independiente de Avellaneda y no quedan en la plantilla futbolistas de esas características. El único que se podría adaptar es el canterano John Chetauya. Raúl Guti y Gerard Gumbau, que son los otros dos centrocampistas, son de funciones más creativas y ofensivas. 

Contrato en vigor

Omar Mascarell ha terminado contrato y su futuro en el Martínez Valero es incierto, al igual que los de Johan Mojica y Lucas Boyé. A diferencia del centrocampista, en los casos del colombiano y del argentino tienen contrato en vigor y cualquier equipo que quiera ficharlos tendrá que pasar por caja. Hasta el momento, el Elche no ha recibido ninguna oferta por ninguno de los dos jugadores. 

Mojica es otro de los pilares del juego franjiverde y un hombre clave para Francisco. Su cláusula de 5’5 millones puede ser asequible para otros clubes. Bragarnik no rebajará ni un céntimo esa cantidad, por lo que el internacional colombiano ya sabe las condiciones, si le surge la posibilidad de salir. 

Mojica intenta controlar un balón E.P.

La continuidad del lateral izquierdo también condiciona mucho, porque, si se marcha, el Elche tendría que buscar en el mercado un jugador de similares características y rendimiento y, ahora mismo, se antoja bastante complicado. Mojica tiene un buen cartel después de la buena temporada que ha realizado, en la que, en estadísticas, ha sido de los mejores jugadores de Europa en su posición. El jugador colombiano también está contento en tierras ilicitanas, pero tampoco descarta dar un salto cualitativo en su carrera, si le llega la oportunidad. 

Cláusula alta

Y el tercer futbolista clave en la planificación de la próxima temporada es Lucas Boyé. El argentino es el «9» y la referencia ofensiva del equipo. A pesar de un curso irregular, debido a las lesiones, su nueva internacionalidad y la buena primera parte de la temporada lo ha puesto en el escaparate. En su caso, el Elche parte con ventaja, porque tiene una cláusula de 25 millones, que es accesible para muy pocos equipos. Bragarnik estaría dispuesto a negociar, pero, difícilmente, por debajo de los 15 millones. Además, el máximo accionista es consciente de que, en caso de vender a Boyé, también tendría que rascarse el bolsillo de forma importante para encontrar un sustituto. 

Lucas Boyé jugó su último partido con el Elche frente al Atlético de Madrid AFP7 vía Europa Press

Si el argentino saliese, unido al conflicto con Pere Milla, el conjunto ilicitano se quedaría con solo Ezequiel Ponce para la delantera. Por lo que tendría que realizar un elevado esfuerzo económico para firmar dos o tres nuevos delanteros. 

Quedan poco más de dos semanas para comenzar la pretemporada. Y, en principio, tanto Boyé como Mojica estarán el 4 de julio para pasar las pruebas médicas. El mercado avanza de forma lenta y, todavía, no se han producido grandes movimientos. Todo hace indicar que hasta el mes de agosto se va a agitar poco. Pero la entidad franjiverde debe estar preparada porque, en caso de no continuar Omar Mascarell, Lucas Boyé y Mojica, vería seriamente condicionada su planificación y volverían las prisas. Bragarnik sabe mantener la calma y el verano promete ser largo