Recuperar la mejor versión de Lucas Boyé. Es el objetivo que se han marcado para las próximas semanas Francisco y su cuerpo técnico. La aportación del argentino se antoja fundamental en este difícil comienzo de temporada y tanto el jugador como el jugador están contentos con los pasos hacia adelante que está dando.
Después de una pretemporada en la que no ha podido jugar debido a los problemas en el aductor, que, incluso, le amenazaban con el quirófano, se optó por un tratamiento conservador para evitar la operación. Los resultados están siendo satisfactorios y Boyé ya pudo jugar sus primeros minutos el pasado lunes frente al Almería. Salió en el 67, sustituyendo a Eze Ponce y dejó algunas muestras de su calidad, pero, como es lógico, todavía le falta ritmo de competición.
El internacional argentino se ha sacrificado mucho durante las últimas semanas. Acudía a diario, sin apenas descanso, al Martínez Valero para trabajar con los recuperados y está empezando a recoger los frutos de ese esfuerzo.
El encuentro frente a los almerienses lo terminó con buenas sensaciones, no tuvo molestias en el aductor y ya está preparado para este sábado (17.30 horas), contra la Real Sociedad, poder disputar más minutos que ante los andaluces, aunque todavía no está preparado para ser titular.
Tanto el jugador como en el club están contentos con su evolución y están convencidos de que pronto se volverá a ver su mejor versión.
La recuperación de Lucas Boyé, unido a que no haya salido traspasado, como se temía al final de la temporada pasada, es lo que ha llevado a la entidad franjiverde a no buscar más delanteros. Tanto Francisco como la comisión deportiva, con Bragarnik y Mantecón, consideran que con el argentino a buen nivel, la incorporación en propiedad de Eze Ponce, el fichaje de Roger Martí y la renovación de Pere Milla, el ataque del Elche está cubierto, con jugadores de calidad, con características diferentes y con capacidad para meter goles.
Pastore también está cada día mejor y es otro guerrero que se alista para la causa. El mediapunta también jugó los últimos siete minutos el pasado lunes frente al Almería y sus problemas físicos parecen que ya están olvidados. Francisco confía en poder contar con él y que sea un jugador importante esta campaña.
La plantilla llevó a cabo ayer jueves un nuevo entrenamiento, en el campo Díez Iborra de la Ciudad Deportiva Juan Ángel Romero, para continuar preparando el encuentro frente a la Real Sociedad. Boyé lo completó sin ningún problema y el conjunto ilicitano realizará hoy viernes un último entrenamiento, que será ya en el estadio Martínez Valero. La resiembra del césped aconseja no pisarlo demasiado y, por ello, solo se utiliza en el último entrenamiento antes de los partidos.
Verdú y Fidel, únicas bajas
Las únicas ausencias en la sesión de ayer fueron las de Gonzalo Verdú y Fidel Chaves. El central cartagenero realizó una primera parte de su trabajo en el gimnasio y, posteriormente, se desplazó hasta el Díez Iborra para continuar con sus ejercicios de rehabilitación. El defensa franjiverde evoluciona muy bien y se espera que acorte los plazos de recuperación, que habían sido fijados en dos meses. Verdú pasó por el quirófano el 3 de agosto y en un par de semanas podría incorporarse a los entrenamientos con el grupo.
Por su parte, Fidel también continúa con su plan particular de recuperación de la rotura fibrilar en el muslo que sufrió en el primer encuentro de LaLiga, ante el Betis, en el Benito Villamarín. El extremo onubense debe permanecer entre dos o tres semanas de baja. No estará para el choque ante la Real Sociedad y es difícil que pueda llegar al siguiente, frente al Villarreal, en el estadio de La Cerámica.
El resto de la plantilla estará a disposición de Francisco para el partido ante los donostiarras. El técnico del Elche recupera al canterano John Chetauya, tras cumplir el encuentro de sanción por su expulsión contra el Betis.
