Un Un gol en propia portería del debutante Nico Fernández (0-1 m. 9). Un penalti innecesario de Roco sobre Nico Williams (0-2 m.13). Un desajuste defensivo en el que el menor de los Williams sortea a Nico Fernández y Pedro Bigas llega tarde a la cobertura (0-3 m.22). Y un cúmulo de despropósitos con un mal rechace de Bigas y Berenguer le gana la partida a Roco (0-4 m.43).
Francisco se echaba las manos a la cabeza y no encontraba explicaciones. La defensa del Elche CF fue una verbena durante el primer tiempo, ofreció muchas facilidades a un Athletic Club de Bilbao veloz, vertical y matador. Y menos mal que le fue anulado otro gol a Munuian, por fuera de juego de Berenguer, tras otro error y desajuste en la banda izquierda.
Los primeros 45 minutos del conjunto ilicitano fueron desastrosos y los rojiblancos aprovecharon esa endeblez, impropia de un equipo de Primera División, para dejar sentenciado el encuentro antes del descanso y darse un paseo por el estadio Martínez Valero.
Le enorme pitada generalizada de la afición, los gritos de «¡están de vacaciones¡» y de «¡fuera, fuera! fueron el fiel reflejo del malestar de los seguidores franjiverdes, que no entendían lo que estaba pasando y veían unos grandes nubarrones negros con el futuro del Elche en la presente temporada.
En la segunda parte, el equipo de Francisco sacó orgullo, aumentó la intensidad y mejoró. Pero el gol de Ponce (1-4 m.58)) solo sirvió para maquillar un poco el resultado y aliviar, ligeramente, el tremendo disgusto.
El preparador almeriense había anunciado cambios de jugadores y de sistema para intentar enderezar el rumbo. De salida introdujo cinco variaciones con respecto al anterior encuentro frente al Villarreal: Pol Lirola por Helibelton Palacios en el lateral derecho, Nico Fernández por Clerc en el lateral izquierdo, Gumbau por Raúl Guti en el centro del campo, Domingos Quina, que empezó como una especie de mediapunta, por Eze Ponce; y Pere Milla por Tete Morente en la banda izquierda.
El técnico franjiverde intentó controlar el centro del campo, colocando a Lucas Boyé solo en punta y manteniendo a Álex Collado en la banda derecha.
Sin embargo, todo ese planteamiento de buenas intenciones se fue totalmente al traste por los errores en defensa, que pusieron el marcador de 0-, cuando se llevaban poco más de 20 minutos.
En el 37, Francisco ya realizó el primer cambio. Quitó a un desaparecido Mascarell y puso a Eze Ponce para jugar con dos puntas.
Y el 0-4, al filo del descanso, acabó por desquiciar y de hundir al conjunto ilicitano, que fue un juguete roto en manos del Athletic Club. Era difícil encontrar una explicación al desastre.
Mejoría insulsa
Francisco intentó en el descanso dar la vuelta a una situación, que pendía más de un milagro que otra cosa. Realizó otros dos cambios. El canterano John sustituyó a un desastroso Roco y Fidel reapareció después de su lesión y salió por Collado, pasando Pere Milla al extremo izquierdo.
Los franjiverdes ganaron en intensidad, control y agresividad defensiva. El partido se rompió y se convirtió en un correcalles.
El Elche, que no había aparecido en toda la primera parte, tuvo su primera oportunidad tras un centro desde la línea de fondo de Pol Lirola, que Ponce remató alto.
El Athletic también tuvo la suya para marcar el quinto. Berenguer estrelló el balón en el larguero y Edgar Badia evitó el gol con una gran parada a disparo de Muniain, en el rechace.
Nico Fernández, que estuvo perdido y superado por Nico Williams en los primeros 45 minutos, comenzó a aparecer en la banda izquierda y dejó algunos destellos de virtudes que desde Argentina aseguran que tiene.
Esa mayor intensidad provocó un robo de Boyé sobre Vivian y permitió una contra. El «9» franjiverde dejó el balón en bandeja a Ponce para que anotase el 1-4.
El gol espoleó al conjunto ilicitano y a la afición, porque todavía quedaban 30 minutos por delante y el milagro se podía dar.
Pero fue más un espejismo que una realidad. El Athletic se mantuvo firme en defensa, no se descompuso y jugó muy a favor de viento con la clara ventaja que tenía en el marcador.
El choque seguía roto. Zárraga, que acababa de salir campo, también pudo hacer el quinto. Y Fidel tuvo una ocasión ya en la prolongación del tiempo reglamentario.
Fue una mejoría insulsa en la segunda parte. Siempre es de agradecer que el equipo no bajase los brazos, porque la goleado podría haber sido escandalosa. Pero Francisco y sus futbolistas tienen que hacer una profunda reflexión. En Primera División no se pueden dar tantas facilidades defensivas y regalar tanto. Ya son 12 goles encajados en cinco encuentros. Y así va a ser imposible mantener la categoría. Los regalos son para Navidad. Toca resetear y rápido, porque el próximo partido es contra el Barcelona en el Camp Nou. Hay que temblar. En pasar el choque ante los azulgranas llegará el parón de final y, a partir de ahí, sí o sí hay que reconducir el camino
FICHA TÉCNICA:
ELCHE: Edgar Badía; Lirola (Josan, m. 65), Roco (John, m. 46), Bigas, Nico Fernández; Gumbau (Guti, m. 71), Domingos Quina, Mascarell (Ponce, m. 38), Collado (Fidel, m. 46), Pere Milla y Lucas Boyé.
ATHLETIC CLUB DE BILBAO: Unai Simón; De Marcos, Vivian, Iñigo Martínez, Lekue; Sancet (Raúl García, m. 63), Dani García (Vesga, m. 71); Nico Williams (Zarraga, m. 63), Muniain (Morcillo, m. 78), Berenguer e Iñaki Williams (Guruceta, m. 78).
ÁRBITRO: Melero López (Comité andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Mascarell, Roco y Bigas por el Elche.
GOLES: 0-1, m. 8: Nico Fernández, en propia puerta. 0-2, m. 13: Sancet, de penalti. 0-3, m. 22: Nico Williams. 0-4, m. 44: Berenguer. 1-4, m. 58: Ponce.
ESTADIO: Martínez Valero, ante 24.176 espectadores.
