El Rayo Vallecano quería que la afición del Elche CF no se oyera en el importante partido de este lunes (21 horas), en el estadio de Vallecas, y lo ha conseguido. El conjunto madrileño puso 150 entradas a disposición de los seguidores franjiverde, a 40 euros, que es el precio más caro de los partidos que el conjunto ilicitano ha disputado esta temporada a domicilio. En el Benito Villamarín, frente al Betis, las localidades costaban 25 euros; en el Ciutat de València, ante el Vilarreal, 15; y en el Camp Nou, contra el Barcelona, 29 euros.

El precio de 40 euros, más los gastos del desplazamiento a Madrid, unido a la hora y el día del encuentro, un lunes laborable a las nueve de la noche; y al mal momento que atraviesa el conjunto de Francisco, que todavía no ha ganado y solo ha sumado un punto de 18 posibles, en las primeras seis jornadas, ha provocado que el choque en Vallecas sea el primero de la temporada en el que Elche no esté respaldado por su afición fuera de casa. De las 140 entradas disponibles solo se han vendido dos. Una cifra que nunca se recuerda en el Martínez Valero. Al final, seguro que habrá alguno más que, a última hora, se decida a viajar y seguidores franjiverdes que estén viviendo en Madrid y acudan al encuentro, al igual que algún familiar o amigo de los futbolistas o cuerpo técnico. Pero lo que está claro que es que la voz de ánimo de la afición del conjunto ilicitano no se oirá en Vallecas.

En el primer encuentro de LaLiga, frente al Betis, a pesar de ser también lunes y 15 de agosto, día grande de las fiestas de la ciudad, hubo más de un centenar de aficionados en el Benito Villamarín. Incluso se organizó un viaje de forma particular, ya que ni el club ni la Federación de Peñas pusieron autobuses.

El segundo desplazamiento fue el más masivo, con cerca de 2.000 seguidores franjiverdes en la gradas del Ciutat de València, para el choque ante el Levante. Y en el último, en el Camp Nou, contra el Barcelona, también se desplazaron hasta la Ciudad Condal casi un millar de seguidores.

Está claro que el partido del Rayo no es tan atractivo como el del Betis, Vilarreal o Barcelona. Y no es un desplazamiento corto. Pero nunca antes había ocurrido que el equipo no estuviera respaldado, aunque sea por un pequeño grupo de aficionados, en un encuentro a domicilio. En este sentido, el club vallecano se ha salido con la suya, sobre todo con los precios… aunque el día y la hora y la trayectoria del equipo también ha influido de forma considerable.