No están siendo buenos días para el propietario del Elche CF, Christian Bragarnik. La sorprendente decisión de apostar por Jorge Almirón para sustituir a Francisco en el banquillo del conjunto ilicitano no le está saliendo como esperaba. El técnico argentino no está consiguiendo reflotar la nave franjiverde. Ha sumado solo dos puntos en cuatro partidos y el pasado lunes, con la derrota frente al Getafe, fue el centro de las críticas. Una situación que, también, ha provocado que la afición ponga su mirada sobre el palco.

A la conclusión del choque contra el cuadro madrileño, un sector de la grada entonó cánticos de "Bragarnik vete ya". Algo que se produjo, por primera vez, desde que el inversor argentino comprara a José Sepulcre, el paquete mayoritario de acciones en diciembre de 2019. Hasta ahora todo habían sido buenos resultados y elogios, después del ascenso a Primera División y dos permanencias en la máxima categoría.

A esta situación con Almirón, se ha unido este miércoles la destitución de otro entrenador de su confianza y de su cartera de representación en la empresa Score Club como es Eduardo Coudet, en el Celta Vigo. El club vigués ha decidido prescindir del técnico argentino después de sumar solo cuatro puntos de 24 posibles en los últimos ocho partidos, lo que ha situado al equipo celtiña décimo sexto en la clasificación, con once puntos, a solo uno de los puestos de descenso.

La temporada pasada, en la previa del enfrentamiento entre el Celta y el Elche, Coudet negó que estuviera representado por Bragarnik. Sin embargo dijo: "es amigo mío, es abogado y el hombre que pongo delante cada vez que hay que arreglar un contrato. Pero no tengo nada con su oficina de representación y con su staff". Algo que contrasta claramente.

El máximo accionista del Elche está viviendo su peor momento de que llegó al fútbol español y la suerte con sus entrenadores, Almirón también es amigo suyo y está representado por Score Club, no le está acompañando.