El Elche CF está totalmente hundido y sin atisbo de esperanza de recuperación. El naufragio es total. Una nueva derrota frente al Girona, que fue mucho mejor, mereció el triunfo, pudo golear y supo sacar provecho, como el resto de rivales anteriores, de los errores defensivos inexplicables de un conjunto ilicitano muy inseguro que, a la mínima, se viene abajo. 

Ni el buen comienzo, ni el gol inicial de Pol Lirola sirvieron para enderezar el rumbo. Esa efervescencia apenas duró 20 minutos. Por enésima vez, al primer golpe, el conjunto ilicitano cayó a la lona y, así, es imposible. Y menos mal que los gerundenses no estuvieron acertados, porque el partido pudo terminar con goleada y un ridículo espantoso

Cuatro entrenadores en 14 partidos, cuatro puntos y ni una sola victoria. Un nefasto bagaje que deja al Elche hundido. Con esta imagen va a ser difícil encontrar un entrenador que se haga cargo del equipo, porque el conjunto ilicitano se ha ido desangrando y está roto anímicamente

Ni Francisco, ni Alberto Gallego y Nino, ni Almirón y ayer Mantecón, de forma provisional, han conseguido dar con la tecla para encontrar la solución.

Los errores defensivos siguen siendo el mal endémico del conjunto ilicitano MATÍAS SEGARRA

El secretario técnico lo intentó. Realizó realizó tres cambios con respecto al último once inicial de Almirón. Dibujó un 1-4-1-4-1 para igualar el centro del campo y el mismo sistema de juego de los catalanes. Pere Milla se situó en la banda izquierda, Josan por la derecha y Raúl Guti y Collado, con libertad de movimientos, acompañando a Mascarell. Lucas Boyé se quedó como única referencia ofensiva.

Los franjiverdes salieron intensos, presionando, con garra, excitados... conscientes de que se jugaban la vida. Desde el calentamiento, con una piña entre titulares y suplentes, se notó. Esa buena puesta en escena espoleó a la grada y más con el disparo de Collado, a los tres minutos, que se estrelló en la cepa del poste.

El Girona no se amilanó y Oriol Romeu puso a prueba a Edgar Badia, que respondió con una espectacular parada, aunque la jugada fue invalidada por fuera de juego. 

Pol Lirola celebra el 1-0 que, luego, no sirvió para nada MATÍAS SEGARRA

El Martínez Valero enloqueció cuando a los 16 minutos Pol Lirola puso por delante a los franjiverdes. Tras una pared entre Collado y Boyé, el lateral franjiverde recogió el balón, se revolvió muy bien dentro del área y batió de tiro cruzado a Gazzaniga.  El gol fue celebrado por todo lo alto. Incluso, un minuto después, Pere Milla estrelló la pelota en el larguero en un remate de cabeza. Una acción que pudo cambiar mucho el encuentro. 

Sin embargo, esa fogosidad desapareció por completo, con un Elche que fue acusando el cansancio del fuerte ritmo inicial. El equipo de Míchel supo poner la pausa, se adueñó del balón y creó mucho peligro, sobre todo a balón parado, con Aleix García, que tiene un guante en el pie. 

La suerte se alió con los franjiverdes. Primero, con un disparo del propio Aleix Vidal, que repelió el poste; y, poco después, con un dudoso gol anulado a Oriol Romeu, al considerar el árbitro que hubo falta en el salto. 

Pero tanto fue el cántaro a la fuente que, en el minuto 38, en una jugada mal defendida -el mal endémico de este Elche- Iván Martín remató de cabeza, libre de marca, en el segundo palo (1-1).

Las ganas de los jugadores del Elche, a los que le sobró excitación y les faltó fútbol se diluyó en la recta final del primer tiempo.

Sin alma y sin fútbol 

Y la segunda parte todavía fue peor. Piernas atenazadas, corazón roto y desesperación absoluta. El Girona jugó a placer. Valery y Taty Castellanos pudieron dar el golpe mortal. La agonía siguió hasta que en el minuto 66 llegó el certificado de defunción. De nuevo un fallo defensivo. Un error de Clerc lo aprovechó Arnau para ganarle en carrera y servir en bandeja el balón al primer palo para que Taty anotase el 1-2.

La defensa franjiverde era un flan, un despropósito y nada salía. Oriol Romeu al larguero, Edgar Badia se encontró un remate tras un error suyo y un gol anulado a Stuani. Menos mal.

Pere Milla en el remate de cabeza, que pudo significar el 2-0 y cambiar el encuentro MATÍAS SEGARRA

Las salidas de Gumbau, Ponce, Roger, Bigas, Nico... salga quien salga nadie es capaz de dar la medida necesaria en Primera DivisiónSolo un disparo a puerta de Collado, que atajó sin problemas Gazzaniga, fue el pésimo bagaje ofensivo en el segundo tiempo

A pesar de que un gol propiciaba el empate, se veía claramente que no había solución. La afición, que estuvo ejemplar durante todo el encuentro, explotó. Empezó a pitar y gritar «esta camiseta no la merecéis». Los futbolistas eran conscientes del ridículo espantoso que estaban ofreciendo. 

Al final del encuentro tuvieron que aguantar desde el centro del campo las críticas de los seguidores. No hay fútbol, no hay alma, no hay confianza, no hay fuerzas. Impotencia absoluta. 

Ahora llega el parón del Mundial. LaLiga para mes y medio. Por tiempo y partidos hay remedio. Pero viendo a este Elche sería un auténtico milagro salir adelante.

FICHA TÉCNICA:

ELCHE: Edgar Badía; Lirola, Roco (Bigas, m. 81), Diego González, Clerc (Nico Fernández, m. 81); Josan (Ponce, m. 57), Mascarell, Raúl Guti (Gumbau, m. 57), Pere Milla, Collado y Lucas Boyé (Roger Martí, m. 66).

GIRONA: Gazzaniga; Arnau, Santi Bueno, David López, Javi Hernández; Oriol Romeu, Toni Villa (Riquelme, m. 69), Yangel Herrera (Iván Martín, m. 13), Aleix García (Terrats, m. 90), Valery (Bernardo, m. 90) y Castellanos (Stuani, m. 69).

GOLES: 1-0, min.16: Pol Lirola. 1-1, min. 38: Iván Martín. 1-2, min. 66: Taty Castellanos.

ÁRBITRO: González Fuertes (Comité asturiano). Mostró tarjeta amarilla a Toni Villa y Stuani por el Girona y a Josan, Gumbau y Diego González por el Elche.

ESTADIO: Martínez Valero ante 17.339 espectadores.