Con evidente profesionalidad y criterio, el nuevo entrenador del Elche, Pablo Machín, aterrizaba esta semana en el Martínez Valero asumiendo la presión externa provocada por la crisis actual del equipo, pero ejerciendo su propia presión interna sobre los jugadores. «Es el momento de que demuestren su calidad y den un paso adelante», porque «es un privilegio formar parte de la Primera División», remarcaba el técnico en su presentación. De este modo, Machín ya ha sacado su varita mágica, el «trabajo duro». Y lo ha hecho donde el entrenador debe ejercer su mando, sobre el césped.

Quina y Fidel -que entrenaron al margen-, con Gumbau y González. A la dcha., Boyé, Werner y Nico. | DELTELL

Más intensidad

A 25 días del próximo partido oficial (20 de diciembre, 19 horas, Guadalajara-Elche de Copa del Rey), el preparador soriano ha redoblado el trabajo preparatorio de la plantilla, tanto en horarios como en intensidad, así como en el número de sesiones. Un ejemplo de ello se dio en la jornada de ayer. El entrenamiento en el campo de fútbol Díez Iborra fue potente desde el inicio hasta el final.

Machín saca su varita: trabajo duro

Para empezar, las sesiones sobre la hierba duran ahora hora y media. Antes no solían sobrepasar los 50 minutos. Los «tocados» o con molestias entrenan al margen o directamente se quedan en el gimnasio o en manos de los readaptadores o fisioterapeutas. En todo caso, en el estadio. Ayer, dos jugadores que siguen en recuperación, como son Domingos Quina y Fidel, se ejercitaban solos. Realizaron carrera continua y algún esprint.

Por otro lado, se quedaron en las instalaciones del Martínez Valero los lesionados Tete Morente, Raúl Guti, Enzo Roco y Javier Pastore. «No es el momento de forzar porque lo que ahora es un día de parón se puede convertir en tres si no tenemos cuidado, y la competición está lejos todavía», remarcaba el técnico. Tampoco estuvieron en el entrenamiento Fede Fernández y Helibelton Palacios, que sí lo hicieron hace dos días pero que están incorporándose progresivamente al grupo para rebajar carga y no forzar innecesariamente.

Más sesiones

El número de sesiones también va en aumento. De hecho, la plantilla no ha parado desde que se reincorporó tras las vacaciones y mañana mismo, sábado, sobre las 10.30 horas, vuelve a tener sesión de entreno en el Díez Iborra. El míster no perdona un día. El domingo, que será el viaje por la mañana para la concentración de una semana en el hotel Oliva Nova Golf, habrá entrenamiento por la tarde, a las 16 horas.

A este atípico «stage», el entrenador ha decidido llevar a todos los jugadores del equipo, incluidos los lesionados o los posibles descartes que el club realice en próximas fechas. A su vez, Pablo Machín contará con varios canteranos. Al entreno de ayer, por ejemplo, acudieron cinco del filial: Branislav Knezevic, el portero Juanpe, Manu Coca, Carles Marco y Alejandro Alfaro. Pero también hay otros como Rodri Mendonza, que podrían estar.

El nuevo entrenador está pidiendo, desde ya, el máximo a sus jugadores. Sabe que «estos futbolistas pueden dar mucho más», como señalaba en rueda de Prensa. Quiere que recuperen su mejor nivel físico, así como mental, para afrontar totalmente preparados el regreso a la competición. A cambio, busca su tranquilidad absoluta para las próximas semanas. Pretende que sus futbolistas trabajen a tope, pero tranquilos. Por ello ha decidido realizar este «stage» alejados de Elche. En las instalaciones de Oliva Nova Golf también ha preparado todas las sesiones a puerta cerrada. Estos días de aislamiento pueden servir para realizar esa pretemporada que en verano no se pudo hacer por la tardanza en las incorporaciones.