Papá, ¿por qué somos del Elche?

Este 19 de marzo el sentimiento franjiverde estará presente en una celebración familiar en la que muchos aficionados esperan vibrar con una victoria de su equipo ante la Real Sociedad

La tradición franjiverde se puede comprobar cada 15 días en el estadio

La tradición franjiverde se puede comprobar cada 15 días en el estadio / Áxel Álvarez

David Marín

David Marín

Un 19 de marzo más, muchos niños y niñas franjiverdes felicitarán a sus padres y vivirán un día que incluye partido de su equipo. Ese club cuyo sentimiento de pertenencia, en gran parte, se ha transmitido como herencia directa a lo largo de la centenaria historia de la entidad.

Sin aquellos que fundaron el Elche en 1922 y lo inscribieron en 1923 no hubiesen existido los que lo mantuvieron con vida durante las penurias que dieron luz a la Cooperativa o la eterna noche del Gran Teatro ni los que celebraron a lo grande los ascensos a Primera División de 1959, 1973, 1984, 1988, 2013 y 2020 o la finalísima de Copa de 1969, entre otros.

Un sentimiento que, como se puede comprobar cada 15 días en las gradas del Martínez Valero se transmite de padres a hijos e hijas, aunque no es necesario esperar tanto. En la ciudad de las palmeras se vive esa tradición: en cada padre que lleva al colegio a sus niños con la camiseta del Elche o en cada abuelo que relata anécdotas de épocas en las que no existían YouTube, Twitch, Instagram ni TikTok.

Este también es un día para celebrar en clave franjiverde, aún en una temporada como la actual, en la que seguramente no resulte sencillo responder a la pregunta que da titular a este texto. Pese a la mala situación en la tabla clasificatoria y al más que posible descenso de categoría, un padre sonríe con orgullo al ver a sus hijos soñar con ser Pere Milla o a sus hijas con defender la franja verde en una competición cuando sea mayor. Es un día, en definitiva, para ilusionarse y comprobar que el legado sigue intacto, sean cuales sean los resultados. Porque por encima de cualquier derrota siempre queda el amor a la tradición familiar.

Cinco partidos en Primera

El de esta tarde en San Sebastián será el sexto partido que el Elche dispute un 19 de marzo en Primera División. El último de ellos, curiosamente, fue hace solo un año, con derrota en casa contra el Valencia (0-1), en un día recordado por la expulsión de Mojica que luego fue revocada por el Comité de Competición. El primero de todos fue en 1961, una goleada en Madrid frente al Atlético (5-0) de Peiró, Adelardo, Collar, Vavá y compañía. Tres años después tocó perder también en Zaragoza (3-1). El único triunfo llegó en 1967 contra Las Palmas, en un partido en el que los hombres dirigidos por Otto Bumbel se impusieron por 2-1, con dianas de Lezcano e Iborra. El último duelo a reseñar fue contra el Sporting en 1978, con otra derrota en casa (1-2).

La última victoria data de 2011

En el resto de categorías el Elche tampoco presenta un registro excesivo de partidos en esta fecha tan señalada. De hecho, el último triunfo fue hace ya 12 años (2011) contra la Ponferradina en El Toralín. David Sánchez, a dos minutos para la conclusión del choque, permitió sumar los tres puntos al conjunto entrenado por José Bordalás. Fue la temporada del «play-off» contra el Granada en el que precisamente este mismo futbolista fue protagonista, aunque de manera diferente.

Padres e hijos franjiverdes

A lo largo de la centenaria historia del Elche existen varios casos de padres e hijos que defendieron la camiseta del primer equipo. Incluso Boria llegó a ver como dos de sus hijos (Aarón y Jony Ñíguez) jugaron en el mismo club que él un par de décadas más tarde. Tanto el padre como los retoños vivieron ascensos desde el césped, a Primera y Segunda División. La misma situación se vivió en la familia Quirant, con el «eterno capitán» Miguel y el guardameta Luis Miguel. Los Jacquet compartían nombre (Mario), pero el padre era un férreo defensa mientras el hijo ocupaba posiciones más adelantadas, algo que no ocurría con los Quesada (Manuel Carlos y Carlos Manuel), ambos zagueros. Los Díez (Iborra y Guilabert) posiblemente fueron los pioneros de este grupo de padres e hijos franjiverdes.