Siete partidos y solo ocho puntos. Más cerca de los puestos de descenso que del «play-off» de ascenso. Esa es la triste realidad que refleja el mediocre arranque de campeonato del Elche CF, con solo ocho puntos, mientras que los equipos que ocupan las dos primeras posiciones, que dan el ascenso directo, ya llevan casi el doble de puntuación.
Sebastián Beccacece llegó en el mes de abril para preparar, adaptar y confeccionar la plantilla para Segunda División. Los últimos coletazos en Primera los salvó con dignidad. Sin embargo, la manta que propone el técnico argentino, por diferentes cuestiones, se está quedando corta para la categoría de plata del fútbol español. Su apuesta por el juego ofensivo no está dando los resultados deseados. Ni tapa la cabeza, por la falta de acierto en ataque; y lo que es peor, no cubre los pies debido a desajustes y errores defensivos que están costando muchos puntos.
Una situación que está provocando cada vez más preocupación en el entorno franjiverde, porque no termina de ver, a excepción de algunas fases, en pocos partidos, a un equipo con la vitola de favorito a luchar por el ascenso.
POBRE BAGAJE EN ATAQUE
Dominio infructuoso y con una preocupante falta de pegada
Cinco goles en siete encuentros. A una media de menos de uno por partido. Así es muy complicado sacar los partidos adelante. En Segunda División el pragmatismo es determinante. Puedes dominar mucho los partidos, encerrar a los rivales en su campo, merodear mucho el área contraria. Pero si no golpeas a tu rival, difícilmente puede caer al suelo. Y eso es lo que le está pasando al conjunto ilicitano en este comienzo de campeonato.
Los rivales ya le están pillando el truco a la propuesta franjiverde y uno de los mejores ejemplos fue el Burgos el pasado sábado. Sin realizar un juego brillante, el equipo de Jon Pérez Bolo se llevó una goleada y castigó a un Elche sin gol y sin un plan B para hacer daño en el área contraria. El lanzamiento de Nico Fernández Mercau al larguero pudo meter al Elche en el partido con el 2-1. Fue el escaso bagaje ofensivo del segundo tiempo.
El conjunto ilicitano carece de un plan alternativo. La propuesta de Beccacece sigue encorsetada. Es cierto que le han quitado delanteros importantes en la recta final del mercado, con las salidas de Lucas Boyé, Pere Milla o Ezequiel Ponce, se ha lesionado Borja Garcés y a Mourad aún le falta para Segunda División. Pero a excepción del envite de Ipurúa ante el Eibar, el técnico franjiverde no ha apostado nunca por dos delanteros. Siempre quiere llegar al área a través de conducciones de balón, desbordes y ganar superioridad numérica en el centro del campo para dominar el juego. Una apuesta que se agradece, pero que es complicada de llevar a cabo en Segunda División.
Si no lo consigues e intentas buscar centros al área, como ocurrió en la recta final del choque de El Plantío, con solo Sergio León para rematar, es complicado.
DEFENSA DESGUARNECIDA
Muchos espacios para que los rivales te hagan daño
Si quieres dominar los partidos y que los contrarios no te hagan daño, la máquina debe estar perfectamente engrasada para ajustar los espacios y realizar coberturas. Y ni una cosa, ni otra está ofreciendo este Elche.
Con muy poco, los rivales hacen mucho daño. El equipo no da sensación de seguridad atrás. El técnico argentino sigue realizando pruebas, sobre todo en la parte derecha de la zaga, y no da con la tecla. Primero Josan con línea de cuatro. Luego Tete Morente con tres centrales y dos carrileros. Mario Gaspar ha jugado más como central diestro como lateral y la última probatura es la Álex Martín en Burgos, que tampoco funcionó. El canario es central y cuando le sacas del eje de su zona de confort se le ven las costuras. Ya le pasó en Eibar y el pasado sábado se repitió la mala experiencia en El Plantío.
Si a ello unimos los fallos individuales y que el portero Edgar Badia no está en un buen momento, el resultado es claro: nueve goles en contra en siete partidos. Más de uno por encuentro. Algo que no se puede permitir a un candidato al ascenso. Máxime cuando tampoco es capaz de marcar en la portería contraria.
CADA VEZ MENOS MARGEN
Tres partidos en 10 días que marcarán el futuro del entrenador argentino
El propietario del club ilicitano, Christian Bragarnik, es quien toma las decisiones. La temporada pasada, con Francisco, la paciencia le duró poco. Apenas siete partidos. Al tratarse de un entrenador de su confianza y que ha traído personalmente, el máximo accionista, al igual que ocurrió con Jorge Almirón, salvo sorpresa, aguantará lo máximo posible y no tomará una decisión drástica hasta que la situación no sea casi irreversible.
Beccacece es consciente de que los resultados son los que van a marcar su futuro. Sabe que las cosas no están saliendo como esperaba y que los próximos tres partidos, que se van a disputar en apenas diez días, van a marcar su continuidad en el banquillo del Martínez Valero. El próximo sábado llega el Levante, un rival de los llamados también a estar arriba, que es cuarto, con 14 puntos. Posteriormente, en la jornada intersemanal hay que visitar al Sporting de Gijón, séptimo clasificado, con once puntos. Y a continuación llegará el Andorra, décimo con diez puntos. Tres envites para comprobar si la manta de Beccacece sigue corta o por el contrario tapa la cabeza y los pies y se ve el futuro de otra forma.