Oviedo-Elche | El Elche arrima el hombro de más

Estaba siendo una noche de picar piedra y sacar rédito en una plaza más que compleja hasta que el Elche se vio en una situación inaudita este curso: penalti en contra. El primero de la temporada. 31 partidos han tenido que pasar para que algún colegiado señalara el punto de los 11 metros en dirección hacia Dituro. Y lo hizo en una de esas acciones que los comités de árbitros y sus acólitos tendrán que explicar.

Sarabia: "El penalti me parece totalmente evitable"

Porque el fútbol ha pasado en los últimos años de ir a la deriva a perder el norte en cuestiones reglamentarias. Acabará llegando el punto en el que se piten más penaltis por darle al balón con el hombro, como ocurrió con Óscar Plano, que por golpearlo con la mano, como hizo, por recordar una acción mediática que a usted le venga a la mente rápidamente, Simeone en el derbi de Champions de la semana pasada.

Con estas normas, que los primeros que no comprenden son los futbolistas, hay que jugar. Guste o no. Antes del penalti, perfectamente ejecutado por Cazorla engañando a Dituro, el Elche había perdonado el 0-2. Y lo acabó pagando, aunque fuera por una ocurrencia arbitral, que vio comprensible señalar la pena máxima que le puedes indicar a un equipo de fútbol por un golpeo con el hombro de Óscar Plano en pleno forcejeo, sin evitar acción alguna de peligro inmediato para el Oviedo. Lo dicho, la primera de la temporada. Para echarse a reír... o a llorar.

Gol de Josan

El duelo en el Carlos Tartiere pintaba a complejo para un Elche que sigue buscando el modo de obtener los mismos resultados a domicilio que en el Martínez Valero. Y va a tener que seguir esperando, aunque poco se le puede reprochar a un equipo que, no debería olvidarse, ha perdido en el último mes y medio a dos de sus mejores futbolistas ofensivos, Fernández Mercau y Yago de Santiago.

El Oviedo no tuvo reparos en ceder la pelota a los franjiverdes, aunque sin esperar embotellado atrás, avisando con colmillo en la presión. Antes del 0-1 avisó «Canario» Álvarez, tras un balón que quedó suelto en el área, pero su remate se topó en Viñas, un delantero que pasaba por allí en acción defensiva. A la primera que los de Eder Sarabia pudieron correr (este equipo sabe contragolpear, y muy bien, aunque se le ponga la etiqueta del tiki-taka), Josan puso en ventaja a los suyos. El crevillentino recibió a campo abierto, encaró a su excompañero Dani Calvo, que le ofreció la salida a su pierna izquierda, posiblemente sabiendo que era la mejor opción posible, pero se encontró con una ejecución impecable a tiro cruzado.

El propio Josan tendría otras dos, una al final del primer tiempo y otra al inicio del segundo, en sendas contras, para haber podido hacer doblete, pero se encontró con Aarón. El meta del Oviedo resultó providencial para mantener con vida a sus compañeros. Ya no solo en esas dos mencionadas con el extremo franjiverde. Su aparición estelar fue tras una magnífica combinación del Elche que «Canario» remató casi a bocajarro. El uruguayo no pudo dedicarle el gol a su hijo recién nacido, que no llegó ni con un tanto ni con una victoria bajo el brazo, pero podría hacerlo con una convocatoria para la selección.

Complicaciones

El perdón del Elche olía a complicaciones en la media hora final de duelo. Porque el Oviedo tenía claro que debía morir matando en su feudo. Alemao, que no llegó por poco a un centro-chut de Viñas, había tenido una muy clara nada más reiniciarse el duelo en la segunda mitad... hasta que llegó la acción del penalti. Con Cazorla igualando la contienda un nuevo escenario se abrió.

Ahí pudo pasar cualquier cosa. Los locales aprovecharon la inercia positiva para tener una clarísima, en internada por banda derecha de Hassan que Alemao remató al palo. Y ya sin Cazorla en el campo y con los ánimos templados, los franjiverdes amasaron más balón y aseguraron al menos el empate, con un par de opciones en remates lejanos para Mendoza y Pejiño, dos de las bazas que sacó Sarabia para tratar de sumar los tres puntos, que no encontraron portería. El de Barbate, al que se le sigue viendo lejos de su mejor nivel, sin capacidad de desborde, sacó su zurda de paseo en el minuto 95. El balón dibujó un recorrido precioso en dirección a la escuadra de Aarón, pero se desvió del objetivo y no rompió el 1-1.

El Elche se venció sobre el césped del Tartiere con el aparentemente corto botín de un punto tras un día de mucho trabajo, de arrimar el hombro... finalmente de más. John, titular en la medular en lugar de Aguado, dejó sensaciones muy positivas, activo en labores defensivas, incansable y con personalidad en la construcción, pese a un resbalón final que casi le cuesta un disgusto. Los franjiverdes no ganan, no se colocan líderes y seguirán con la duda encima como foráneos. Sin embargo, en Oviedo, volvieron a mostrar las hechuras que no lucieron en Santander ni Miranda de Ebro. Eso sí, el ascenso va a ser complejísimo. Solo queda pedir que, como mínimo, no lo arruine un penalti como el de Plano.