El dentista Sarabia

Ya ha empezado la campaña de elogios hacia el Elche, su juego y su entrenador, Eder Sarabia. Un reconocimiento a un estilo. A una idea. Al proyecto franjiverde. Tres conceptos que han ido de la mano, no solo desde el momento de la contratación del actual entrenador franjiverde sino del anterior. Un premio, esos elogios de tus rivales, a la decisión por tu apuesta. Y al mantenimiento de la misma.

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A nadie se le escapa que lo más sencillo tras la hecatombe del final de la pasada temporada hubiese sido hacer borrón y cuenta nueva. Tabula rasa. En el fútbol, cuando algo no funciona, aunque solo haya sido durante uno o dos meses, la solución más solicitada suele ser la visceral: echarlo todo abajo y empezar desde cero.

Bragarnik no hizo eso, a costa incluso de tener que rectificar en verano sobre la marcha y desprenderse de la figura de un director deportivo del que había quedado prendado por su trabajo, algo que no es fácil de conseguir en el caso del argentino, muy exigente y selectivo con su círculo de confianza, en el que ahora está Sarabia. Un año después resulta que se repiten los mensajes desde el entorno de Segunda División. Una línea, la del respeto al Elche como oponente, que debería enorgullecer a la entidad. Lo dijo Oltra, último entrenador en claudicar ante este proyecto. Y también Iván Ania, que se espera sea el siguiente.

Ese respeto que se ha ganado el Elche tiene que ser gasolina para mejorar y no narcótico para la autocomplacencia. El estilo de Sarabia es una bendición cuando tienes un campo para ejecutarlo como el Martínez Valero, que agota físicamente a sus rivales. Las nueve victorias consecutivas aquí no son casualidad. Deberían llegar más. El reto es superar las 11 de la 2012-2013. Ahora queda infundir ese mismo temor a domicilio, donde tu rival siempre puede encontrar armas para contrarrestarte. Y que enfrentarse al Elche siga siendo como ir al dentista: una experiencia poco agradable, pero necesaria por el bien del fútbol.

PD: Esta semana ha sido destituido el entrenador del Oviedo, Javi Calleja, que vino a decir algo así como que el estilo de Sarabia está muy bien, pero lo sustentan los resultados. Sin dejar de tener una parte de razón, ahí está su despido con el equipo carbayón instalado en la parte alta de la tabla. Algo más que resultados debe haber ocurrido para ello.

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