Córdoba-Elche | El Elche da el salto en Córdoba

El partido en Córdoba debía aclarar si el Elche daba un salto hacia Primera, se quedaba en un paso o sufría un frenazo en sus aspiraciones. Acabó ocurriendo lo primero, en uno de esos días en los que se evidencia que este equipo está generando algo especial. Algo grande. La épica la escribieron Dituro y Rashani tras muchos minutos de duelo intenso ante un rival que metió toda la pierna que le dejaron.

Eder Sarabia: "El Córdoba nos ha exigido y hemos sabido sufrir"

26 faltas hizo el Córdoba, por ocho del Elche. Iván Ania confesó su admiración en la previa del choque por el estilo franjiverde y tuvo claro que el mejor modo de contrarrestarlo era poniendo la línea de la intensidad lo más cerca posible de la agresividad. Sus jugadores casi nunca la pasaron, todo hay que decirlo. Quedó un enfrentamiento noble. El resto era tarea de un colegiado que apostó por el diálogo antes que por el castigo. Así pudo frenar, por ejemplo, Magunazelaia a Febas. Falta tras falta, sin amonestación. Al leridano le marcaron desde bien pronto, con una entrada naranja de Theo que quedó en amarilla. No dejó de ser curioso que un Zidane solo encontrara ese modo de frenar al mediocentro franjiverde. El mejor reconocimiento posible.

Con la intensidad por las nubes transcurrió un primer tiempo que impidió dar bocados al bocata en la grada o ante la tele. Antes del 0-1 ya había avisado el Elche, con una gran combinación entre sus «Nicos», con Fernández Mercau de regreso al once titular, que concluyó en dejada de Castro con el tacón para el zurdazo desde la frontal de Óscar Plano que repelió el poste.

El propio Plano no perdonó en la siguiente. Al contragolpe. El Elche de Sarabia borrando estigmas a la misma velocidad a la que ejecutó una salida en tromba sideral. Un córner del Córdoba acabó en gol franjiverde. Antes de besar la red defendida por Vila hubo un resbalón de un futbolista blanquiverde, robo y gran pase a Valera de Pejiño, magnífica conducción del murciano, esperando a Nico Castro para que el argentino, al doblarlo, reciba el balón, centre y el madrileño ejecute.

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Tocó entonces defenderse del primer arrebato cordobés. Los de Ania subieron un punto la intensidad y metieron al Elche en su área. Ahí se lio Pejiño, en un penalti a Albarrán que el colegiado le perdonó. Tras un par de minutos de parón y no ir al VAR, los franjiverdes parecieron desconectarse y el propio Albarrán igualó la contienda, al rematar casi en línea de gol un centro muy cerrado desde el saque de esquina de Carracedo que Dituro se tragó. El argentino erraba. Habría redención.

Segundo tiempo diferente

La tensión fue decayendo, posiblemente por falta de energías antes del descanso y porque ambos conjuntos empezaron a desconfiar del otro al regresar de vestuarios. En ese periodo de entreguerras quedaron un mal control de Plano cuando se plantaba solo ante el meta rival, un trallazo de Diaby que no cogió portería y un par de cruces providencial de un imperial Bigas.

Llegó entonces el momento de Dituro. Cinco minutos antológicos, entre el 73 y el 79, en los que el guardameta argentino sostuvo a un Elche noqueado, que por momentos estuvo en la lona. Jacobo, Del Moral y Carracedo vieron como cada remate se encontraba con un muro que lo repelía. El epílogo fue el paradón a un cabezazo que dibujaba el 2-1 en el Arcángel.

Y lo que acabó llegando fue el 1-2. Sarabia refrescó el ataque con «Canario» Álvarez, Josan y Rashani. El primero estiró a los franjiverdes tras esos cinco minutos de sufrimiento al bajar de cabeza un envío largo de Dituro que Nico Castro no enganchó bien. Y los otros dos fabricaron el tanto del triunfo. Jugada clásica de extremos. Josan manejó los tiempos perfectamente por la derecha, vio a Rashani en el lado contrario y le metió un centro preciso, teledirigido a su cabeza.

Rashani, fichaje de invierno

El kosovar, una oda al oportunismo en este curso, solo tuvo que poner la testa y marcharse a celebrar con sus compañeros. Acababa el sufrimiento y llegaba la satisfacción de superar un día duro ante un rival muy intenso. Sin hacer un mal gesto ni aspavientos, el Elche aceptó la propuesta y la derrotó con fútbol, goles y paradas. Más que un paso, un salto hacia Primera.

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