A viación Civil ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido en relación al accidente que sufrió el pasado miércoles una avioneta que se precipitó al mar en un punto cercano a la isla de Tabarca.

El protocolo de actuación en estos casos establece que la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC);, adscrita a la Secretaría General de Transportes del Ministerio de Fomento, incoe un expediente de investigación.

No obstante, según informan desde el Ministerio de Fomento, dicha investigación tendrá un carácter exclusivamente técnico, ya que «su fin último es la prevención de futuros accidentes e incidentes, y no está dirigida a determinar ni establecer culpa o responsabilidad de tipo alguno».

En este caso la avioneta no causó daños ajenos, por lo que en principio las responsabilidades serán limitadas. En cualquier caso, personal del CIAIAC tomará declaración al piloto, un hombre de mediana edad, único ocupante de la avioneta y que salvó la vida casi milagrosamente al salir ileso tras la colisión. Además, pocos minutos después fue rescatado de las frías aguas por un pesquero que justo en ese momento pasaba por el lugar.

Los resultados de la investigación se plasmarán en un informe que incluirá un análisis del accidente, unas conclusiones y unas recomendaciones en materia de seguridad.

La aeronave siniestrada es una Beech Musketeer A-23-24 Super III, matrícula EC-BMA y, según fuentes cercanas a Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA);, el aparato llevaba muchos años en servicio aunque al parecer hacía tiempo que no cumplía las horas de vuelo que se precisan periódicamente.

El piloto fue ingresado el miércoles en el hospital de Elche pese a que apenas sufrió heridas aunque padecía de hipotermia. No obstante, permaneció en observación durante 24 horas hasta ayer que estaba previsto que le dieran el alta médica.

Por otro lado, el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Santa Pola, José Ramón García Fuentes, indicó ayer que en el caso de que tenga que ser recuperada del fondo la aeronave, la operación no tendría por qué ser demasiado complicada, ya que en principio la misma no se halla a gran profundidad.

El patrón mayor significó no obstante que ninguna de las embarcaciones pesqueras de Santa Pola estaría capacitada para acometer las labores de reflote de la avioneta, por lo que en este caso tendría que actuar una nave especializada. De igual modo señaló que de momento la avioneta no ofrece ningún riesgo para los barcos, ni para las quillas ni para las redes ya que es una zona que no suele ser frecuentada por las embarcaciones.