Una investigación impulsada por la Universidad Miguel Hernández ha permitido afrontar una futura vacuna contra el desarrollo en humanos del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS), una enfermedad de origen animal que está considerada por Estados Unidos como un arma biológica. El trabajo, desarrollado por el investigador Jaime Guillén, ha permitido conocer qué partes de las proteínas del virus del SARS son responsables de su entrada a la célula humana, según informó ayer la UMH.

Aunque pertenece a la familia de los virus causantes de muchos de los resfriados comunes en humanos, el SARS está considerado como más dañino. De origen animal, en concreto de un tipo de murciélago, este microorganismo no se había localizado en humanos hasta 2003, año en el que causó la muerte de más de 800 personas, especialmente en China y Canadá.

Por ello, la investigación ha estado centrada en conocer qué proteínas del virus son responsables de su entrada a la célula y consiguen que los humanos desarrollen esta enfermedad.

Buscar compuestos o péptidos del propio virus que bloqueen las proteínas que intervienen en el proceso de entrada, impidiendo así que el SARS se desarrolle en humanos, constituiría el siguiente paso

"Si se consigue desarrollar un inhibidor de este microorganismo, podría inyectarse vía intravenosa e impedir que pudiera desarrollarse un nuevo brote", apunta el investigador.