Conocedores de la realidad que se vive de puertas adentro en muchos hogares y de la necesidad de dar una respuesta inmediata a los problemas que dificultan el día a día en este ámbito, el juzgado de Familia de Elche no cesa en su lucha por conseguir que las medidas exigidas para paliar las deficiencias que atraviesa la Justicia no caigan en saco roto.

Lejos de conseguir resultados, el escenario de trabajo sigue "empeorando", explicó la magistrada del juzgado de Familia de Elche, Sandra Peinado. Así, entre las causas que han contribuido a tensar la situación, la juez resaltó la ausencia de psicólogos forenses a la que hacen frente desde hace meses, ya que los impagos en los que ha incurrido la Conselleria de Justicia han dejado reducida a un único trabajador la bolsa de especialistas. Una realidad "preocupante" que de "prolongarse no tardará en colapsar el juzgado".

A esta carrera de fondo, se suman los efectos, que, al igual que en otros órganos vecinos, está provocando la crisis económica. La titular de este órgano especializado indicó que la pérdida de empleo o la reducción de ingresos que afecta a los hogares está obligando a "establecer modificaciones de medidas" en causas relacionadas con temas como las pensiones. Asuntos que requieren de una celeridad máxima porque podrían "derivar en delitos de abandono", de no atenderse con rapidez.

El juzgado de Familia, que comenzó a funcionar en Elche en el año 2001, concluyó el pasado ejercicio alcanzando los 1.300 asuntos -el módulo recomendado por el Consejo General del Poder Judicial se asienta en los 850-, y su agenda de señalamientos está dando fecha, en la actualidad, para enero del próximo año. Un balance de actuaciones que hasta el primer semestre de 2009 alcanzó los 282 procedimientos de mutuo acuerdo y los 302 contenciosos.

Pese a las dificultades arrastradas con el paso de los años, este juzgado puede presumir de abanderar diferentes programas de reconocimiento nacional, entre los que destaca el Punto de Encuentro Familiar localizado en la ciudad. Un equipo formado por 17 personas, entre los que figuran un médico y una enfermera que, desde su puesta en marcha en 2005, ha gestionado más de 330 casos. Una moneda de éxito con su cara y su cruz ya que, según explicó la magistrada, la "saturación que atraviesan otros espacios de la provincia, como es el caso de San Vicente", y las derivaciones de asuntos amenazan su "buen funcionamiento" con las "inadmisibles listas de espera". De igual manera, el juzgado tiene previsto iniciar en noviembre un servicio de mediación pionero en la Comunidad Valencia para intentar que las partes lleguen a un acuerdo y evitar tener que llegar a juicio.

Una serie de esfuerzos que requieren del apoyo de las distintas administraciones, expresó Peinado, para lograr la "creación de juzgados, un aumento de las plantillas y el refuerzo de medios". Soluciones que parecen continuar bloqueadas y cuyo retraso hace "no descartar" una nueva jornada de paros con la llegada del nuevo año.