Un hombre acusado de acabar con la vida de su vecina asestándole diversas cuchilladas en una vivienda de Torrevieja se enfrenta a una pena de 17 años de prisión. El procesado será juzgado este mismo mes en Elche por un jurado popular como presunto autor de un delito de asesinato.

Los hechos ocurrieron el pasado 7 de abril de 2008 cuando el agresor, un hombre de nacionalidad cubana, se dirigió al domicilio de la víctima con la excusa de tomar un café. Según recoge la calificación del Ministerio Fiscal, tras cerca de media hora de conversación el encausado, siguiendo a la mujer, se desplazó hasta la cocina del inmueble.

Fue en este escenario donde, "al entender que la mujer se le había insinuado", el acusado se acercó a la víctima por detrás y comenzó a tocarla provocando que ésta se sobresaltara y le rechazara, según relata el escrito del acusador público.

Sin mediar palabra, P.J.B.I. cogió un cuchillo de cocina y "con el propósito de causar la muerte a la mujer" le clavó el arma en la parte trasera del cuello, apuñalándola posteriormente en repetidas ocasiones, hasta el punto de "llegar a partir el cuchillo".

Como consecuencia del ataque A.M.H., de 43 edad y de nacionalidad inglesa, falleció por una parada cardiorrespiratoria a causa de la hemorragia aguda que le provocaron las heridas.

Acto seguido, el hombre se dirigió de manera apresurada hasta su domicilio donde guardó "en un bolsa de basura toda su ropa, incluidas las zapatillas, y la hoja del cuchillo" con la que presuntamente perpetró el crimen. Pertenencias que arrojó a un contendor situado en la barriada.

Horas más tarde el imputado, que en el momento en que sucedieron los hechos tenía 37 años de edad, se dirigió hasta el cuartel de la Guardia Civil de Torrevieja donde confesó ser el autor de la muerte de su vecina.

En sus declaraciones ante la Policía y posteriormente ante el juzgado, el procesado negó que existiese ningún tipo de vínculo sentimental entre él y la víctima.

Asimismo, insistió en que la relación existente entre ambos era puramente de amistad, ya que el procesado vivía en una vivienda anexa a la habitada por la mujer, en una urbanización situada a unos cinco kilómetros del casco urbano de Torrevieja.