Un verano más, y ya casi se ha perdido la cuenta, los bañistas y visitantes de Arenales del Sol se han encontrado con la lamentable imagen que ofrece el edificio en ruinas del antiguo hotel que se encuentra afectado por el deslinde de Costas. El inmueble se ha deteriorado más de lo que ya lo estaba y la Asociación de Vecinos de Arenales del Sol ha vuelto a reiterarle al Ayuntamiento de Elche los riesgos que presenta el edificio.

La vicepresidenta de esta asociación vecinal, María Jesús Rodríguez, manifestó que «han derribado la valla metálica que da a la zona de la playa y está entrando gente al interior del hotel. Tenemos constancia de que hay al menos cuatro personas "alojadas" y en los sótanos del hotel no es la primera vez que se han encontrado objetos robados. De hecho, hemos observado ruidos extraños y golpes a determinadas horas. Esto lo hemos comunicado ya al Ayuntamiento para que tome las medidas oportunas», comentó.

La representante vecinal señaló que no sólo es lamentable la imagen que ofrece el hotel para el turismo de la zona, sino los riesgos que supone el estado del edificio para las personas que puedan pasar por sus proximidades. «Al parecer los propietarios del hotel tienen la obligación de mantenerlo al menos en unas condiciones de seguridad y limpieza que no se dan en este momento. No sólo se ha derribado la valla protectora que da a la playa, sino que las mallas y redes protectoras están ya totalmente rotas y no sirven. Incluso, hay peligro con el estado en el que se encuentran los dos protectores laterales por donde pasa la gente para ir a la playa, ya que se encuentran descolgados», comentó.

La vicepresidenta recordó que «el hotel no se ha podido derribar porque hubo un defecto de forma en el procedimiento que siguió el Ayuntamiento y pese a que se declaró su ruina técnica, sigue en pie. Lo que pedimos es que la propiedad asuma el tema de la seguridad y si no lo hace que se lo reclame el Ayuntamiento».

El alcalde pedáneo de Arenales del Sol, Francisco del Río, también reconoció las claras deficiencias que en materia de seguridad ofrece en este momento el edificio. «Sé que durante el invierno suelen realizarse algunas reparaciones y arreglos para mantener el edificio con los menores riesgos posibles, pero también sabemos que hay gente que entra allí, que se causan destrozos. Aquí el Ayuntamiento hace lo que puede, pero con las limitaciones lógicas al tratarse de una propiedad privada», indicó.

La situación legal del edificio, por la información que facilitó el concejal de Recursos Humanos y Organización, Emilio Martínez, no parece haber variado sustancialmente de un año para otro. Según Martínez, la propiedad del hotel mantiene un pleito con Costas respecto a la concesión administrativa del uso del suelo que ocupa el edificio (unos 6.858 metros cuadrados) y su posible rescate por parte de la Administración pública por la afección del citado deslinde marítimo-terrestre. Mientras Costas no consiga judicialmente la potestad para recuperar este suelo el hotel seguirá en pie y no podrá ser derribado.

El concejal Emilio Martínez dijo que se ha enviado recientemente una nueva orden de ejecución a la sociedad Princesol, propietaria del inmueble, para que reponga la valla y las redes protectoras.