El empresario ilicitano Antonio Vicente, presidente de la firma Panama Jack (Grupo Internacional), recibía días atrás uno de los premios entregados por Futurelx, en la categoría de Empresa Innovadora, por haber sido, precisamente, desde que en 1989 fundara dicha marca, un empresario "innovador" en todos los sentidos. La experiencia china de Panama Jack no ha sido fácil. Empezó a fraguarse en el año 2004, en plena crisis sectorial de la industria manufacturera. El objetivo era fabricar en el país asiático el 60% de la producción para intentar reducir un 50% de los costes.

¿Cómo le ha ido a Panama Jack en China?

El proyecto era ambicioso, pero, al final, por diversas circunstancias, lo cierto es que entre 2005 y 2008 sólo llegamos a fabricar 150.000 pares. Tuve que ir a China varias veces. Era un continuo trasiego. La situación era de auténtica zozobra, ya que había una gran guerra de precios y nosotros no podíamos vender más caro que las grandes marcas internacionales. Teníamos que producir en China, abaratar precios y costes, pero sin abandonar nuestra fabricación en Elche.

Usted aseguró entonces que tomaba una decisión desagradable, pero que no había más remedio que ir a fabricar a este país asiático.

Efectivamente, así fue. Nos vimos obligados por las circunstancias y la gran competencia del mercado, pero la realidad es que en China no nos ha sido posible conseguir el nivel de calidad del producto que queríamos. Sin embargo, estaba claro que si tenía que abandonar la fábrica aquí, en Elche, prefería jugármela y no cerrar aquí. No estaba del todo convencido, pero nos lanzamos.

El proyecto de Panama Jack en China , después de tanto viaje y preparación, no ha sido satisfactorio ¿Por qué?

No me ha gustado la experiencia de China porque no hemos logrado el producto deseado. Ésa es la realidad. Por eso, decidimos ponerle fin y seguir con lo que tenemos aquí, aunque sólo sea por puro romanticismo. De todas forma, tengo muy claro que si veo que la empresa peligra me iré allí donde haga falta para salvarla.

¿Qué tipo de producto es el que ha fabricado en el país asiático?

Ha sido una línea de sandalias con nuestro diseño y conceptos. Lo que pasa es que si quieres que el producto salga bien tienes que estar allí permanentemente, controlándolo todo; estando continuamente encima y no dejando nada a la casualidad. Si después de todo esto hubiéramos decidido quedarnos en China y seguir allí con la fabricación, tendríamos que haber cerrado en Elche y yo no quería cerrar en Elche bajo ningún concepto.

¿Regresar ha supuesto un alivio para usted?

Lo que puedo decir es que estoy muy contento porque el producto se está quedando bien terminado y después de 33 años dedicándome a esto -antes de crear la marca Panama Jack, Antonio Vicente ya trabajó con otras líneas y marcas de calzado- aún sigo manteniendo mi fábrica. Las condiciones han cambiado. Evidentemente, ya no es tan barato fabricar en China y se está viendo que la calidad se puede ver resentida. Sin embargo, vemos que se siguen importando millones de pares de zapatos desde China y otros países asiáticos. Nuestra empresa no mueve millones de pares, sino miles y las cosas se complican.

¿En qué condiciones se queda Panama Jack tras esta experiencia de deslocalización de parte de su producción?

Aquí nos salvamos apostando por líneas con marca y calidad. Hacer un producto económico y por precio ya no es rentable. De todas formas, nosotros mantenemos en Elche nuestras oficinas centrales en el parque industrial, donde se encuentran los departamentos de marketing, diseño y laboratorios de investigación de producto nuevo y un equipo de 50 empleados. A ello se suman otros 50 trabajadores que se ocupan de las doce tiendas repartidas por España y diversos países del mundo. La fabricación se reparte en cinco fábricas que tenemos con un trabajo subcontratado y que en conjunto agrupan a unos 400 trabajadores.

¿Lo hecho en España se valora debidamente dentro y fuera de nuestras fronteras?

En nuestro caso, podemos estar orgullosos al decir que hay pocas marcas de nuestro nivel que fabriquen en España y en Europa, que tengan un reconocimiento de producto hecho en España. Nosotros hemos apostado por el lema del "Bien hecho en España" y por el "Made in Spain" porque sabemos que muchos de nuestros clientes valoran y reconocen lo que se hace en nuestro país, y en Elche, como producto de alta calidad.