Alexandre Oliver y Lot Amorós, entre otros ilicitanos, están tratando de impulsar en Elche lo que ya se ha extendido con éxito por Cataluña y Castellón, y que cada vez más se está implantando en distintas partes del país. Se trata de contar con una especie de internet propia, una iniciativa que sobre todo está pensada para aquellos lugares, en muchos casos rurales o apartados, donde la señal es insuficiente o bien no llega el cable.

Según explica Alexandre, el ADSL, la tradicional línea de cobre, tiene un límite teórico de 5,2 kilómetros. Por su parte, la fibra óptica es muy cara, y nada rentable extenderla a zonas apartadas de las ciudades.

Ante este problema las mentes inconformistas descubrieron que se podían hacer antenas caseras para recoger la señal y, a la vez, hacer de repetidor para otros interesados.

La iniciativa es tan real que en Cataluña hay más de 13.000 personas conectadas con este "sistema casero", tal y como se recoge en la página web guifi.net, donde se dan todos los detalles, desde qué tipo de antena es necesario adquirir, por apenas 70 euros y poder disfrutar así de una conexión gratis, hasta conocer dónde están ubicados los supernodos, que es lo que permite la conexión entre las antenas y que por lo normal tienen un radio de acción de unos 15 kilómetros.

Esto se traduce en que todos los usuarios conectados entre sí disponen de su propia red intranet, y sin necesidad de pagar a ningún proveedor, y con velocidad de conexión de 100 megas por segundo. En estos momentos lo habitual es contratar a las operadoras entre 6 y 20 megas de velocidad.

Cuanta más gente conectada, más facilidades para compartir todo tipo de información al margen de las compañías estándar. Además, los interesados pueden acudir a estas operadoras para contratar una línea de internet "normal", pero repartiendo entre varias personas la cuota de contratación. De este modo, además de su propia red, pueden tener acceso directo a todo internet por un precio muy asequible.

Esta idea empezó en 2003 en Cataluña. En el 2008 se creó incluso una fundación y tiene tanta fuerza el movimiento que han conseguido conectarse a lo que se llama "punto neutro", que es conectarse a la línea de internet sin necesidad de pasar por ningún operador de telecomunicaciones. Eso permite una conexión de 1.000 megas por segundo.

En Castellón se ha extendido en gran medida porque desde la Universitat Jaume I se comparte con el exterior el ancho de banda que tiene habilitado.

En Elche se quiere poner un supernodo en Altabix para dar cobertura a La Hoya, Las Bayas y Daimés, y otra gente está interesada en hacer lo propio en la zona del Corazón de Jesús y Fray Jaume Torres. De momento son cerca de una treintena los interesados, pero la fiebre se va extendiendo conforme se conocen las bondades de la idea y la relación coste/prestaciones.

Esta intranet que se quiere extender en Elche permitiría utilizar la frecuencia también para emitir radio, programas de televisión e incluso usarla también con red de voz para llamar gratis entre los móviles. con la simple instalación de un programa en el teléfono.

También se quiere pedir a la UMH que haga como ha ocurrido en la Jaume I, que ceda parte de su ancho de banda, y también que el Ayuntamiento ponga todo tipo de facilidades en el mismo sentido con una wi-fi abierta para la ciudad.

"En parte es un proyecto social que acerca las nuevas tecnologías a las personas que no pueden tener acceso a éstas", señala Alexandre, quien añade que también es un modo de "saltarse a los operadores, conectarnos a la troncal de internet y no pagar a las compañías operadoras que especulan con la red".