Los 1.700 empleados municipales del Ayuntamiento despidieron el mes de agosto con una comunicación interna en la que se anunciaba el control individual del gasto telefónico de cada extensión municipal. Sólo en la primera semana la medida ha supuesto un ahorro de 150 euros diarios y el número de llamadas se ha reducido en 200 cada día, según datos de la Concejalía de Recursos Humanos. Así, según las estimaciones que manejan los responsables del área, el ahorro podría ser de 40.000 euros al año.

La comunicación se publicó el pasado 31 de agosto y, como se recoge, "en atención a la coyuntura económica por la que atraviesa esta Corporación, y siguiendo con el plan de austeridad municipal que se ha marcado el equipo de gobierno, pongo en su conocimiento que se procederá a controlar individualmente el gasto telefónico de cada extensión municipal mediante informes y comunicados periódicos".

Para la puesta en marcha de esta medida, se han tomado como referencia los datos de consumo de abril y mayo. De hecho, según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, en el listado de llamadas salientes de mayo hay extensiones que llegaron a gastar hasta 266,65 euros en un mes y llamadas de más de una hora de duración.

La edil de Recursos Humanos, Cristina Martínez, incidió en que "esto no es más que una medida más de ahorro de las muchas que estamos poniendo en marcha y lo único que queremos es que los que hacen un uso abusivo del teléfono sean conscientes de los gastos. A partir de ahí, sabemos que hay funcionarios que necesitan hacer muchas llamadas para poder desarrollar su trabajo y que, en la mayoría de los casos, están justificadas".

Además, la concejal anunció que en los próximos días los empleados municipales tendrán que introducir un código pin a la hora de llamar para evitar que se puedan utilizar las extensiones de otros compañeros.

Junto a esta medida, el equipo de gobierno ha comenzado a distribuir las nóminas vía Intranet, salvo que el empleado que solicite que se le siga entregando en papel.

Propuesta bien recibida

Desde los sindicatos con representación en la junta de personal valoraban ayer positivamente esta medida. Sin ir más lejos, en el CSI-CSIF confirmaban que "esta medida sirve para poder llevar un control del gasto y que la gente sea consciente de que es necesario hacer un uso racional de todo, pero no sólo con las llamadas sino con el combustible o con cualquier otra cosa".

Los representantes de UGT indicaron que "no nos parece mal, porque 1.700 trabajadores dan para mucho y, cuando uno ve los gastos telefónicos, se da cuenta de que son importantes y que hay que hacer algo". En este sentido, señalaron que "hay que ser conscientes y consecuentes, y el trabajador que cumple con sus obligaciones y no hace un uso indebido de los recursos no tiene que temer nada, otra cosa es que se grabaran las llamadas" y ponían el acento en que "lo que no se puede consentir es que en alguna ocasión se hayan registrado llamadas de hasta tres horas o de 150 euros".

Desde el Sindicato de Empleados Públicos (SEP) también se pronunciaban en estos mismos términos, y comentaban que "en la época en la que estamos todos tenemos que arrimar el hombro, y es bueno que se controlen los gastos superfluos".

Más críticos eran en Comisiones Obreras, donde afirmaron que "no sabemos qué hay detrás de esta medida, porque el actual equipo de gobierno está tomando decisiones sin contar con los trabajadores o las toma y luego nos informa". En cualquier caso, manifestaron que "esto es algo que ya se venía haciendo en anteriores corporaciones, y nos parece muy bien, aunque hay otras cuestiones importantes en las que es necesario actuar, y también se podrían controlar otros gastos, como los de papel o la luz".

Finalmente, en el Sindicato Independiente incidían en que "es necesario que se haga este control telefónico para evitar un gasto excesivo", aunque se mostraban convencidos de que, "si ha existido algún abuso, será por parte de un colectivo muy pequeño, porque la mayoría hace un uso correcto del teléfono y de los recursos o, de lo contrario, no habría dinero en Elche para pagar todo el gasto en teléfono".

Más peso de la plantilla

La edil de Recursos Humanos concretó que, con el fin de ahorrar costes, pero también de motivar a los empleados municipales, el equipo de gobierno ha comenzado ya a prescindir de la externalización de servicios. "Nuestro objetivo es reorganizar lo que tenemos y que todos tengan trabajo, porque no tiene sentido recurrir a gente de fuera cuando tenemos una plantilla magnífica que puede hacer esas labores", señaló. Así, el mantenimiento de los aparatos de aire acondicionado ha pasado a depender de los empleados municipales lo que supone un ahorro anual de 75.000 euros, a los que se sumarían los gastos de revisión y reparaciones, según detalló.

También apuntó que la plantilla municipal fue la encargada del montaje de determinadas infraestructuras de las pasadas fiestas de agosto -con un ahorro de unos 180.000 euros respecto a años anteriores, cuando estaba en manos de empresas externas-; de las obras que se han desarrollado en dependencias municipales como Recursos Humanos y Alcaldía; del acondicionamiento de las Clarisas; o la de limpieza en barrios como el del Cementerio Viejo.

Cristina Martínez señaló que "ésta es la línea en la que queremos seguir trabajando, ya que es una forma de que nuestros trabajadores estén más motivados, y permite ahorrar costes. De hecho, somos conscientes de que son gente muy preparada y profesional".