Vanesa Girona es una mujer nueva. Hace unos meses fue intervenida quirúrgicamente en el servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital del Vinalopó de una grave deformidad maxilar que no sólo le provocaba serios problemas de estética, sino primordialmente a nivel funcional. "Tenía problemas para morder y dificultades para hablar. El problema estético se había convertido ya en lo de menos, porque a medida que vas creciendo te vas acostumbrando y como naces con ello, al final te acostumbras".

Vanesa ha llevado a lo largo de su vida infinidad de aparatos de ortodoncia -que algunos de ellos confiesa no llegó a ponérselos- hasta que al final consultó con su médico de cabecera y la remitió al servicio de Maxilofacial. "El cambio ha ido produciéndose poco a poco y no he sufrido un impacto emocional al verme en el espejo, pero la verdad es que contrasta mucho el resultado cuando me veo en las fotos de antes". Esta ilicitana de tan sólo 30 años, que aún se encuentra inmersa en pleno proceso de recuperación y que todavía tiene que llevar un aparato corrector para concluir su recuperación, confiesa que en estos momentos de lo que más ganas tiene es de comerse un bocadillo.

Por su parte, la doctora Laura García Monleón, la responsable del servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital del Vinalopó, explicó que en estos momentos su centro hospitalario es el único en la ciudad que cuenta con una unidad para tratar este tipo de casos. "Este es uno de los casos más graves que se puede presentar en la denominada cirugía ortognática, puesto que su caso tenía una deformidad en los maxilares, con una mandíbula muy grande y un maxilar muy pequeño, lo que la obligaba a morder al revés. Eso provocaba en la paciente problemas al comer, dificultades al masticar y en el futuro podría haber derivado en un problema de artrosis. También desde el punto de vista estético era una deformidad muy evidente".

Por ello, los componentes del servicio de Cirugía Maxilofacial operaron a la paciente con anestesia general desde los ojos hacia abajo y cortaron por la parte interior de la boca los huesos de la mandíbula y del maxilar para colocarlos en la posición correcta. "Como era un caso muy especial se diseñó un programa en tres dimensiones para calcular cómo iba a quedar la cara de la paciente tras la operación", explicó García Monleón, quien relató que la paciente tuvo que llevar un aparato corrector dos años antes de someterse a la intervención y que en estos momentos vuelve a llevarlo con el fin de ajustar los últimos retoques.

La cirujana asegura que "todos estamos muy contentos con el resultado y especialmente porque en un caso tan extremo como éste el cambo ha sido brutal", manifestó Laura García. El centro ilicitano ha realizado desde la creación de la unidad de Cirugía Maxilofacial distintos tratamientos quirúrgicos "pero en casos más leves. De la gravedad de Vanesa, ha sido el primer caso", aseguró la especialista.

Las deformidades dentofaciales son muy frecuentes, entre un 8 y un 12 por ciento de la población mundial presenta algún tipo de desequilibrio relacionado con los dientes y el rostro, es decir, padecen de desarmonías dentofaciales. La cirugía ortognática está aconsejada para los pacientes adultos que sufren una grave maloclusión (mordida inadecuada) por causa esquelética y que por tanto no pueden ser tratados únicamente con ortodoncia dental. Esta cirugía se realiza con el fin de colocar los huesos en su posición adecuada después del tratamiento ortodóntico inicial o prequirúrgico. Su objetivo primordial es lograr una mordida adecuada, restablecer la función masticatoria y mejorar la estética facial.