Son las once de la mañana, y en el aparcamiento de El Pinet se pueden contar algo más de 50 autocaravanas. Algunas turistas ya han sacado las hamacas a las puertas de sus vehículos para aprovechar los rayos de sol, otros pasean a sus mascotas, y hasta hay ya quien ha comenzado a buscar la sombra para leer un libro. La postal se repite desde hace unos meses, casi desde que comenzó a bajar el mercurio en los países europeos y probablemente se mantenga hasta bien entrada la primavera.

Una pareja de Bélgica que lleva ocho semanas de viaje por la costa española y que está en El Pinet desde hace dos días confiesa que ellos vienen desde hace cinco años buscando el sol: "Esto está muy bien, y no tenemos necesidad de irnos a un camping porque en nuestras caravanas lo tenemos todo. Si algo no nos gusta o viene la Policía, nos vamos a otra zona", relata la mujer en un castellano en el que se cuela alguna que otra palabra en francés. Tras una breve pausa, continúa: "Nosotros venimos buscando zonas de acampada libre, como en otros países, y no hacemos nada malo. Compramos por aquí, tenemos fosas sépticas y vamos a los campings y a las gasolineras a vaciarlas o a por el agua, y pagamos por ello". No obstante, sí alerta de que, "si acaban echándonos de aquí como otros años, acabaremos yendo a países como Portugal o Marruecos". De hecho, para esta turista, al igual que para un grupo que hay a apenas unos metros, la solución pasa por habilitar zonas de acampada libre, aunque sean reguladas.

Mientras, entre la gente del lugar las opiniones están divididas. Algunos comerciantes aseguran que apenas molestan y que, por contra, suelen consumir y comprar en los establecimientos del entorno, al tiempo que varios residentes se quejan de que tiran basura o el contenido de las fosas sépticas en lugares no habilitados para ello, o de que enganchan el agua de propiedades privadas o del cementerio.

Por su parte, el secretario de la Asociación de Vecinos Pinomar de La Marina, Juan Oliver, lamenta que "ésta es una cuestión de la que nadie quiere saber nada. Otros años hemos mantenido reuniones con el Ayuntamiento y con el Servicio Provincial de Costas, pero no dan soluciones, y hasta se nos dijo en el Ayuntamiento que estaban ultimando una normativa de zonas de acampada, pero nunca supimos nada". En su opinión, al igual que en la de los campistas, "el fin de conflicto pasa por habilitar zonas reguladas con sus puntos limpios, porque, al fin y al cabo, esto es turismo y siempre es beneficioso para el pueblo".

En cualquier caso, desde el Ayuntamiento de Elche, fuentes municipales inciden en que no tienen competencias para actuar en esta zona, que es un entorno que depende directamente de Costas pese a que se trate de un aparcamiento y que, si no reciben ningún requerimiento del Gobierno central, no tienen intención de actuar. Es más, según afirman, de momento no tienen constancia de quejas de vecinos.