La presión de los vecinos del Passeig de Les Eres de Santa Llúcia, al final, ha sido más fuerte hasta el punto de que ayer acabó paralizando las obras de instalación de los paravientos de la terraza de uno de los locales de ocio de la plaza. Es más, el equipo de gobierno se comprometió a que serán los residentes los que tengan la última palabra sobre la solución final a este conflicto... Una solución que, a juicio de los afectados, tal y como dejaron claro en las dos reuniones mantenidas ayer con los representantes municipales, pasa por la eliminación de las pérgolas de obra que se han comenzado a instalar hace unos días.

La primera reunión tuvo lugar por la mañana a petición del equipo de gobierno, y contó con la presencia de la alcaldesa, Mercedes Alonso; el edil de Seguridad, Sebastián Polo; el portavoz de la Junta de Gobierno Local, Pablo Ruz; y el concejal de Empresa y Empleo, Luis Ángel Mateo.

En ese encuentro, los vecinos, que rozaban la decena, ya mostraron su frontal rechazo a la actuación que se estaba haciendo en la plaza, hasta el punto de que la presidenta de la Corporación llegó a decretar la paralización de las obras hasta que se consiguiera el consenso con los vecinos. Incluso se planteó la posibilidad de incorporar determinadas mejoras en el emblemático paseo, como la ampliación de la acera, la incorporación de jardineras y la eliminación de las ocho plazas de aparcamiento.

Sin embargo, el momento más polémico llegó por la tarde. En los últimos días, se había convocado a los vecinos con carteles en los zaguanes a una reunión para constituir una asociación, pero, cuando llegaron al punto de encuentro, se encontraron con que era una asamblea de la Asociación de Afectados por el Ruido, por lo que trasladaron la convocatoria a una cafetería, con una veintena de asistentes. Fue allí donde el responsable de Empresa y Empleo sentenció que "asumo mi total responsabilidad por haber cometido el error de no consensuar el proyecto con los vecinos desde el principio", y afirmó que "las obras que se están llevando a cabo no se corresponden con el proyecto inicial, porque los soportes no van anclados, sino con zapatas, y la terraza tiene más anchura de lo que se dijo". No obstante, hizo hincapié en que "nuestra intención era buena, porque sólo queríamos ordenar la plaza y que quedara más bonita".

Algunos vecinos se mostraron partidarios de recuperar los parterres y otros de poner jardineras, pero todos pidieron que se controle el número de mesas en la plaza, que las terrazas no sean de obra, y que los trabajos que se puedan hacer para retirar los paravientos no sean con cargo al Ayuntamiento.

Al final, se acordó crear una comisión compuesta por cuatro vecinos, concejales, técnicos municipales y representantes de los locales de ocio para consensuar la solución a este conflicto. La primera reunión se celebrará el lunes.