La ayuda psicológica no sólo parece necesaria para mejorar el estado de salud de los enfermos mentales, sino que existen otras patologías en la que la reeducación de los hábitos de conducta o la incentivación de la autoestima es vital para el control y la mejora de determinadas enfermedades.

Con este planteamiento, el equipo de Salud Mental del Hospital General de Elche trabaja en un programa dirigido a enfermos que en principio no presentan alteraciones mentales pero que pueden verse beneficiados por la ayuda de un psicólogo. Uno de estos programas es el que se aplica a los pacientes sometidos a una intervención de cirugía bariátrica, es decir, de reducción de estómago, "donde el psicólogo clínico trabaja con el cirujano y con el paciente porque el abordaje de los trastornos médicos tiene que ir acompañado de un cambio de los factores comportamentales", indicaron la psicóloga clínica Rosana Martínez y la residente María Jesús Tornero. "Es importante ofrecer una ayuda al enfermo para provocar esos cambios efectivos en el estilo de vida. Hay que abordar los factores de riesgo que provocan la enfermedad y que si no se tratan pueden derivar en problemas mentales", señaló Martínez.

Los expertos del área de Salud Mental también están interviniendo en la recuperación de los pacientes adscritos al programa de rehabilitación cardiaca que cuenta con un equipo multidisciplinar. "Son pacientes que han sufrido un infarto de miocardio y que, en general, tienen miedo a sufrir otro episodio y que deben cambiar sus estilos de vida a pesar de que hay estructuras de la personalidad que son difíciles de controlar", indicó Martínez, quien aseguró que de este programa se benefician alrededor de 60 pacientes al año. "Se trabaja con ellos tanto a nivel grupal como individual y la respuesta es muy positiva porque se crea un espacio para verbalizar los temores y, pese a la incomodidad, los pacientes suelen agradecer este tipo de atención".

Los especialistas remarcan que, la falta de medios impide llevar a cabo terapia con los cuidadores de los enfermos porque también sería muy importante que los familiares aprendieran cómo deben actuar en cada caso.

Los afectados por insuficiencia renal crónica también disponen de un programa de apoyo psicológico porque "son pacientes que tienen que pasar muchas horas en el hospital sometiéndose a diálisis y es muy duro. A estos tres tipos de pacientes se suman también las personas que tienen hipertensión "y para las que también es necesario cambiar sus parámetros mentales y adoptar una nueva forma de vida".

La duración de las sesiones de apoyo a estos cuatro grupos de enfermos depende en cada caso de la patología y del estado del paciente. "Las personas con obesidad son valoradas antes de la operación y se les prepara para lo que deben hacer después. También se les hace un seguimiento después de la operación", manifestó Rosana Martínez, quien apuntó a que los pacientes en rehabilitación cardiaca suelen ser sometidos a ocho sesiones clínicas y en el caso de la hemodiálisis "depende de la demanda porque a estas personas hay que prestarles ayuda tanto para que acepten la enfermedad como el manejo de la misma y prepararlas para el momento en el que se produzca el trasplante".

El jefe del área de Salud Mental del Hospital General de Elche aseguró que la actuación de los psicólogos clínicos "podría ser muchísimo más amplia porque hay muchas patologías que mejorarían con la intervención de estos profesionales, pero por el momento tenemos los recursos que tenemos y llegamos hasta donde podemos", aseguró José Vicente Baeza.