En apenas un mes (con la Prova de Veus en la tarde del 6 de agosto) la piel de la ciudad transpirará Misteri por todos sus poros... y hasta ese instante el recorrido está cargado de fuerzas de voluntades unidas y trabajo compartido en torno a la familia de La Festa d'Elx y, especialmente, hacia sus voces: los adultos, cantores de la Capella; los niños, integrantes de la Escolanía. Y al frente de todos ellos un equipo de músicos y profesores, que coordina el mestre José Antonio Román Marcos, que busca la mejoría constante de un sonido y una interpretación que emocione, como cada año, a los espectadores que sigan de cerca el drama asuncionista ilicitano.

El martes por la noche, a lo largo de una intensa hora, los cantores que formarán parte de la Judiada ensayaron conjuntamente por última vez en la Casa de La Festa. Con esa consistencia que llega desde la fuerza del conjunto ya no lo harán hasta el 30 de julio, cuando tras unos días de vacaciones, vuelvan al trabajo pero en la basílica de Santa María, cuidando además todos los movimientos gestuales de esa parte de la representación. Hasta que llegue ese momento, el trabajo de técnica y vocalización se realizará con el Apostolado, con el Ternari o de manera más individual. Del igual manera, en el silencio ceremonioso de las primeras horas de la tarde, la basílica está acogiendo desde hace días los ensayos de los niños que interperatarán los papeles de María, ángeles, Araceli y Coronación, midiendo la intensidad de sus voces y conociendo la inmensidad del lugar donde se hará realidad La Vespra y La Festa... y que este agosto incluirá hasta tres novedades (por cambio de voz) entre los más pequeños que, a fuerza de invertir horas y esfuerzos, volverán a sorprender con un color y un sonido inigualable.