El experto de la Universidad de Barcelona Josep Toro expuso ayer en el congreso los factores que hacen que los adolescentes actuales pongan en práctica más conductas de riesgo que los de hace décadas (desde el consumo de sustancias tóxicas a la conducción temeraria o el sexo de riego, conductas violentas o dietas restrictivas inmotivadas...), aumentando así las posibilidades de desarrollar problemas mentales o disfunciones y desadaptaciones. Planteó que actualmente el adolescente pasa más tiempo con sus iguales (el grupo de amigos) y se emancipa mucho antes de la familia, que tiene diferencias estructurales evidentes con la de hace medio siglo. Las nuevas tecnologías también influyen, así como el hecho de que la pubertad cada vez se inicia antes (por lo que los adolescentes tienen cambios hormonales con un cerebro menos maduro). Ante esto, lo que los padres pueden hacer es mantener una buena comunicación y no renunciar a supervisar, ya que lo que no se les inculca en casa lo tomarán de fuera. Ese trabajo debe empezar mucho antes, pues la época de prepúber define la posterior. Para ello, los padres «tienen que estar bien de salud mental, porque si hay alteraciones emocionales o de conducta el riesgo en los hijos se dispara». e. g. b.