El edificio proyectado para el albergue juvenil ha sido recepcionado ya por el Ayuntamiento, una obra realizada con fondos del Plan C procedentes de la Generalitat Valenciana por valor de dos millones de euros.

El inmueble tendrá 30 habitaciones, con baño individual, con capacidad para 65 personas y además dispone de una cocina para dar servicio a las personas que puedan alojarse en las instalaciones. «Cuando llegamos al Gobierno municipal fuimos a visitar las obras junto al director general del IVAJ y vimos que el edificio no planteaba una gran rentabilidad para la ciudad como albergue. Por eso se modificó el proyecto para que el edificio pueda utilizarse como una residencia de estudiantes y para que puedan hospedarse en ellas deportistas que acudan a eventos en nuestra ciudad», explicó la alcaldesa, Mercedes Alonso, quien ayer mismo se desplazó al edificio ubicado junto a la Ciudad Deportiva para supervisar el recinto y comprobar el resultado de las obras.

La intención del Ayuntamiento es poner en marcha también en esta ocasión la iniciativa público-privada «y por ello se está redactando un pliego de condiciones para sacar a concurso la explotación y el mantenimiento de esa residencia universitaria. La idea es que una empresa que conozca el sector se haga cargo de las instalaciones», indicó la alcaldesa, quien explicó que el ajardinamiento que se contemplaba en el proyecto inicial ha sido sustituido por una cocina con el fin de que la empresa adjudicataria adecue la parte exterior en función del uso que se le vaya a dar.

La intención es que la residencia universitaria esté en funcionamiento el próximo curso. La alcaldesa remarcó que la puesta en marcha de este nuevo edificio servirá para generar empleo y riqueza en la ciudad.

El anterior equipo de Gobierno planteó el centro ubicado junto a la Ciudad Deportiva como un albergue juvenil. No obstante, las obras destinadas a la construcción de dicho edificio se retomaron en 2013 tras estar paralizadas más de un año por los impagos del Consell y el replanteamiento del proyecto.

De esta forma, dicho replanteamiento se ha hecho en coordinación con el Instituto Valenciano de la Juventud, reformando tanto los usos como las instalaciones previstas inicialmente para el centro.

La modificación llevó aparejada una redistribución del edificio, de forma que se establecía un espacio con 30 habitaciones (14 triples, siete dobles y nueve individuales), todas con baño interior, mientras que con el planteamiento del equipo socialista había habitaciones hasta con 32 camas. Así, se pasó de 128 plazas a 65, con distintas condiciones.