Uno de los siete brazos de la Palmera Imperial ha fallecido, según comunicó ayer Francisco Orts, director del Jardín Artístico Nacional Huerto del Cura. «El brazo ha dejado de producir palmas y como se aprecia en la actualidad, el tronco está más desgastado que el resto, es más bajo y los arneses que lo sujetan son más estrechos», explicó Orts, quien además afirmó que de momento no se va a llevar a cabo su amputación. «El tiempo dirá si hay que extraer o no el hijuelo, de momento a simple vista está igual que hace unos años, solo que ahora está calvo, sin palmas», afirmó el director del Huerto del Cura.

De este modo, Orts explicó también que el brazo mostraba signos de debilidad desde hace más de dos décadas y que unos años atrás ya pensaron que había fallecido... aunque finalmente produjo palmas. Del mismo modo, el responsable del Huerto del Cura matizó que el motivo del fallecimiento del hijuelo «no es el picudo rojo, sino la vejez, ya que este brazo puede tener unos 140 años».

«Sí, es cierto que estamos tratando a la Palmera Imperial contra el picudo, pero lo hacemos más para prevenir que por otra cosa», explicó Francisco Orts. Así, según afirmó el director del Jardín Artístico Nacional Huerto del Cura, la palmera no corre, de momento, ningún peligro. «Como se puede ver, el resto de la Palmera Imperial está en buen estado. El conjunto total tiene aproximadamente unos 170 años, y la media de vida de un ejemplar de este tipo es de unos 225 años», añadió.

Debido a los síntomas de debilidad que el brazo presentaba desde hace más de dos décadas, se decidió hace un par de años tratarlo para a ver si de esa manera se solucionaba el problema.

De este modo, lo que hicieron los responsables del Huerto del Cura fue ponerle en su base unos sacos de nutrientes, de materia orgánica. «Ni por esas conseguimos reanimarla», expuso Francisco Orts, quien añadió que lo ocurrido es algo natural y que «no es la primera vez que pasa, ocurrió algo similar hace un siglo; por lo que todavía no hay por qué preocuparse porque a la palmera todavía le queda mucha vida por delante».