Hay temas que no deberían entender de burocracia o competencias o, por lo menos, deberían tratar de aligerarse al máximo. Eso es poco menos lo que reivindican los familiares del joven Aaron Soler, que el pasado mes de febrero sufrió una parada cardiorrespiratoria en uno de los campos de la Ciudad Deportiva y que, desde entonces, se encuentra hospitalizado en la UCI del Hospital del Vinalopó. El chico de 19 años, según sostienen los familiares, y confirman desde el centro hospitalario, necesita un desfibrilador automático implantable (DAI), un dispositivo que, una vez colocado, detecta las arritmias del corazón y, por tanto, previene males mayores. Sin embargo, la familia sostiene que los médicos que tratan al chico desaconsejan el traslado a Alicante, donde, hoy por hoy, se hace ese tipo de operaciones. Por ello, y para lograr que la Conselleria de Sanidad autorice de forma excepcional al Vinalopó a intervenir, han abierto una campaña de recogida de firmas en la plataforma Change.org, en la que anoche ya se había superado el millar de adhesiones.

El entorno de Aaron, en la justificación de su petición en esta plataforma, deja claro, de entrada, que no logra entender los problemas de competencias y la burocracia. A partir de ahí, explican que el joven -aún en la UCI desde hace mes y medio- no quiere estar solo y que los propios médicos también aconsejan que es bueno que sus allegados pasen el mayor tiempo posible con él. «Así se tranquiliza y ayuda a su recuperación», alega el tío de Aaron, que es quien firma el documento sobre el que se apoya la recogida de firmas.Es por esto por lo que creen que es necesario ponerle ese desfibrilador. Eso permitiría, señalan, que pudiera dejar la UCI, con todas las limitaciones que lleva aparejada esta unidad, en particular, en cuanto al régimen de visitas, y, por consiguiente, que lo subieran a planta y que la recuperación se pudiera acelerar.

Ahora bien, no ocultan el temor que les produce que esa intervención se tenga que desarrollar en Alicante, y para ello, se escudan en lo que les han dicho los médicos: que podría ser peligroso, que «una simple arritmia causada por el estrés del traslado podría tener fatales consecuencias», asegura el tío, para, acto seguido, añadir que «el cardiólogo no recomienda el traslado».

A partir de ahí, los familiares lo fían todo al permiso especial que debe conceder la Conselleria de Sanidad, para que, de forma excepcional, la operación pueda tener lugar en el centro hospitalario ilicitano, y que desde el Vinalopó les han dicho que ya se ha tramitado.

Sea como sea, la respuesta seguía sin llegar hasta anoche. De un lado, desde el Hospital del Vinalopó ponían el acento en que la petición ya está cursada, y, además, desde el pasado martes. Afirman que fue ese día cuando la dirección del centro así se lo comunicó al comisionado de la Conselleria en este departamento de salud. Sólo es necesario una autorización especial y, además, disponen de los medios y los profesionales cualificados para poder acometer este tipo de intervenciones. De hecho, es un servicio que se estuvo prestando en el Vinalopó entre los años 2010 y 2012.

Sin embargo, la versión es bien distinta en la Conselleria. En estos días no ha habido ninguna comunicación oficial, ni pidiendo traslado alguno a otro hospital, ni pidiendo ese permiso específico para este caso, dicen. Otra cosa, como señan de forma literal, es que «se hará lo que sea mejor para el paciente, que es la prioridad». No en vano, defienden que es el Ministerio de Sanidad el que marca los centros de referencia y dónde se hacen este tipo de operaciones. Así se lo hicieron saber, de hecho, a últimas horas de la tarde a la cúpula del hospital ilicitano, y aprovecharon para alertar de que cualquier paso que se dé en este sentido debe seguir el protocolo formal marcado.

En cualquier caso, desde el departamento que dirige Carmen Montón hacen hincapié en que la intención es volver a hablar con la dirección del Hospital del Vinalopó y también con los familiares, para poder encontrar una salida. De momento, el azar ha querido que la consellera Montón se vea obligada a visitar a Elche esta tarde, y, concretamente, la sede de la Agrupación Socialista de Elche, para hacer un balance de la gestión de los primeros meses del Ejecutivo de Puig y de Oltra. Habrá que ver si, para ese entonces, la demanda de los familiares del joven de 19 años ya ha tenido respuesta. En eso es en lo que confía su círculo más inmediato: en que para hoy miércoles ya haya respuesta. Y es que, por encima de todo, dejan claro que esto no es una cuestión política, es una cuestión de que el joven pueda recuperarse. Por eso, no están dispuestos a quedarse con los brazos cruzados, y, por eso, siguen reivindicando, como lo han hecho desde el principio, que «Todos somos Aaron», como avisan.