Teresa Mas es una crevillentina residente en Elche a la que hace unos tres años le amputaron una mama por culpa del cáncer y, tras luchar, afrontarlo y asumirlo, decidió continuar su vida con la mayor normalidad posible.

Pero, llegado el buen tiempo y el verano, se dio cuenta que, para acudir a la playa, precisaba de ropa de baño acorde con su situación de mastectomizada. Y ahí empezó la aventura que le ha llevado ahora a poner solución a un problema que, además, ha detectado que es común a otras muchas mujeres que, como ella, les ha sido preciso extirparles un pecho. «El proyecto lo empecé hace unos dos años, pero lo he puesto en marcha hace unos pocos meses. Nace a raíz de mi mastectomía y vi que para ir a la playa no había bañadores que me llenaran, no me gustaban. Veía bikinis que eran de señora mayor, o tallas grandes o estilos que no me gustaban», explica Teresa, quien señala que al ponerlo en común en varios grupos con mujeres afectadas como ella, todas coincidían en lo mismo.

Así que, partiendo de esta base, y puesto que ella tiene conocimientos de confección, se dedicó, durante un tiempo, a adaptar bañadores de mujeres que encontraba por internet para que se ajustaran a las necesidades de su cuerpo modificado.

Pero ahora acaba de dar un paso más. En breves días quiere estar lista para lanzar, mediante la venta on line, una colección de baño «juvenil y femenina, que yo sí me pondría, y eso es lo que he intentado al menos», detalla esta ciudadana, quien asegura además que la pueden utilizar tanto las mujeres afectadas por el cáncer, como las que no lo están.

En este sentido, con la ayuda de un taller de Elche (y por tanto contribuye a generar empleo local), se han fabricado dos modelos de bikini: cuatro estampados y dos lisos de que, además, se pueden combinar de forma muy estética.

Están elaborados en poliéster y elastano, además de estar forrados con buenas calidades, asegura su creadora, la cual apunta que este tipo de producto no es fácil de encontrar y que, por ejemplo, en su caso hasta había tenido que recurrir a prendas hechas en Alemania o Suiza, por lo que el precio tampoco era realmente barato, a fin de cuentas.

La peculiaridad de los diseños de Teresa Mas, cuya empresa se denomina Lasseda al Rosa -«La seda es un tejido que de siempre me ha encantado. Es muy delicado y a la vez muy fuerte, como las mujeres», explica- incorporan un bolsillo lateral para introducir la prótesis a fin de que ésta no se mueva. Además, el bikini es de espalda ancha, con cierres amplios, para que den mucha seguridad y evitar el temor a raíz del peso de la prótesis.

Con su aportación espera ahora ayudar a mujeres como ella, que han pasado por esta situación y que también tienen el derecho y la libertad de acudir a la playa sin reticencia alguna.