El tripartito de Elche se deslizó ayer hacia el terreno de los reproches a raíz de ahondar en las posturas diferenciadas en el propio Gobierno local sobre un tema tan polémico como es el Mercado Central y que tanto se le está atragantado a cada día que pasa.

La rueda de prensa del pasado miércoles del PSOE, contestando y anunciando que votará en contra de la moción de su socio de gobierno Compromís, que pide que la Concejalía de Cultura (en manos de los socialistas) que solicite a la Conselleria de Cultura que declare Bien de Interés Cultural (BIC) los restos islámicos hallados junto al Mercado Central, ha propiciado un cruce de reproches en el seno del Ejecutivo local.

Tras afirmar los socialistas que la moción de Compromís es inadecuada, innecesaria y que puede debilitar la posición jurídica del Ayuntamiento de Elche en caso de que hubiera una ruptura de contrato con la concesionaria, ayer, a preguntas de los periodistas, la lideresa de Compromís, Mireia Mollà, afirmaba que no entendería que ningún grupo se opusiera a su moción, «a lo que es lógico», en referencia a proteger estos restos arqueológicos, protección que no es incompatible, afirma, con que más adelante se amplíe la salvaguarda a lo que se pueda hallar una vez se realicen las catas bajo el Mercado Central.

Mollà reconoció que algunas de las justificaciones del PSOE en contra de su moción le han sorprendido, e incluso señaló que el hecho de que los socialistas hayan dicho que la moción debilita la posición jurídica del Ayuntamiento «es más propio de los argumentos del PP».

La edil recordó que existe un BIC general, que es el de la Vila Murada, y que en estos momentos existe un elemento singular, que es lo visible, que ya se puede proteger de cara a su futura musealización y divulgación pública.

«Esto no va contra nada ni nadie», declaraba Mollà, quien apuntaba que para nada veía incompatible que un grupo municipal impulse una iniciativa desde su Ayuntamiento sobre una cuestión sobre la que se encuentra trabajando en la misma línea en las Cortes Valenciana y la Generalitat.

La edil de Compromís también está molesta de que los socialistas no hayan informado a su grupo de que el 21 de abril pidieron a la Conselleria de Cultura un informe sobre cómo debe proceder el Ayuntamiento para proteger el entorno del Mercado Central.

«Me hubiera gustado que me hubieran hecho la consulta», dijo la también diputada autonómica, quien acababa de señalar que en este caso «el orden de los factores altera el producto».

Esta no comunicación del PSOE al resto del tripartito de la solicitud de la Concejalía de Urbanismo de un informe a la Conselleria de Cultura para conocer exactamente cómo debe el Ayuntamiento proteger los hallazgos islámicos, fue utilizada ayer por Mireia Mollà como boomerang para replicar a los socialistas en su reproche de que Compromís no les hubiera consultado antes sobre la intención de presentar esta moción y, así, poder debatir el asunto previamente con serenidad.

«No me parece un problema que un área haga una consulta», pero «presentarla y no hablarla es falta de diálogo», declaraba Mollà, antes de sentenciar que «ellos (PSOE) tienen una postura más conservadora» sobre el Mercado Central.

Voto por decidir

Por su parte, el Partido de Elche, el tercer socio de gobierno en el Ayuntamiento ilicitano, volvió a reivindicar ayer una vez más la necesidad de realizar una consulta popular sobre el Mercado Central. La formación de Jesús Ruiz Pareja no tiene aún decidido su voto, en el sentido de si apoyará la moción de Compromís.

Ruiz Pareja añadía ayer que, a diferencia del grupo municipal socialista, no le parece ni inoportuna ni inconveniente la moción de Compromís, pero también volvió a dejar claro que el Partido de Elche quiere que se haga el nuevo Mercado «porque es lo que interesa económicamente a la ciudad».

Aclara en este sentido que, frente a indemnizar a la concesionaria y costear la rehabilitación del actual edificio, prefiere la inversión que llega de fuera, además de que el Ayuntamiento no puede permitirse costear los posibles gastos y compensaciones si no se lleva adelante el nuevo proyecto. A pies juntillas subrayó, no obstante, que, en caso de que la Conselleria de Cultura vea que legalmente existe algún obstáculo, entonces estarán de acuerdo con que no se acometa la obra.

Mientras tanto, desde la oposición municipal el aluvión de críticas contra el Ejecutivo local está siendo el esperado.

Desde el grupo municipal del PP se opina que todo esto es ejemplo del desgobierno, de la paralización y del desacuerdo de los socios del Gobierno y que el tripartito lleva un año poniendo «excusas sobre el Mercado mientras los perjudicados son los ilicitanos», según manifestaba el concejal Vicente Granero.

En opinión de Ciudadanos, «son claras las diferencias existentes en el equipo de gobierno». La formación de David Caballero entiende que la rueda de prensa del miércoles del PSOE «demuestra que cada uno va por su cuenta, lo cual explica la paralización existente en Elche durante el último año».

Según C's, la moción de Compromís deja claro que quieren «paralizar el proyecto ante todo, y que solo les interesa su partido y no las necesidades de la ciudadanía, la cual sigue viendo cómo un conflicto político les impide revitalizar la zona centro de Elche y el resto del municipio».

Desde Ilicitanos por Elche se asegura que estas discrepancias entre PSOE y Compromís no solo se limitan al Mercado, sino también a otros muchos temas: protocolo, gabinete de prensa o playa para perros.

«Este equipo de gobierno necesita vivir en discrepancia continua para maquillar su ineptitud y parálisis de propuestas, ideas y trabajo», apuntaba ayer la máxima responsable del partido, la edil Cristina Martínez, para agregar que hubo una «caza de brujas» hacia Ilicitanos por Elche, ya que «nos destacamos por ser trabajadores y les molestábamos porque dejábamos en evidencia su ineptitud».