La pequeña Marina Fuster ha enfocado unos deberes que le han puesto en el colegio de la mejor manera posible. Esta niña ilicitana, que estudia en el Laude Newton College, tenía que pensar en una acción solidaria para desarrollar esta Navidad, en principio, a nivel local, pero su ímpetu y valentía la van a convertir en una auténtica cooperante internacional con solo once años. Y es que Fuster ha decidido juntar a otras cuatro compañeras (Adriana, Clara, Eva y María), recoger fondos para comprar juguetes y enviarlos a un hospital oncológico para niños de La Habana.

Su compromiso con el pueblo cubano no le ha nacido a raíz de que estos días no deje de salir la famosa isla caribeña en los medios tras la muerte de Fidel Castro. Marina Fuster comprobó la situación con sus propios ojos cuando viajó, hace poco, junto al resto de su familia a Cuba. Su madre, Laura Sáez, explica que, «cuando estábamos allí, la niña vio como venían lugareños y me pedían hasta la ropa que llevaba puesta ella». Una experiencia que si ya es impactante para un adulto, a alguien de once años puede marcarle de por vida.

Laura Sáez añade que una amiga de la familia, que se llama Reme Sanz y está al frente de la empresa QS Adhesivos, también estuvo hace poco en Cuba con un tour de la Cámara de Comercio. «Al regresar, nos habló de que un cubano que se llama José Carlos López, que nos hizo de guía a nosotros también cuando estábamos allí, promovía un proyecto solidario para recoger juguetes para los niños de este hospital. Cuando Marina lo escuchó, decidió hacer algo al respecto e implicó a sus compis de clase», argumenta la madre. Las pequeñas aceptan donaciones de juguetes o aportaciones económicas, con las que ellas después comprarán más juguetes. De momento, con divertidos carteles que han elaborado con rotuladores, han conseguido enternecer a particulares y a empresas ilicitanas, que ya se han rascado el bolsillo.

El mail para participar es juguetesparacuba@gmail.com. O para felicitarlas por este trabajo que trasciende más allá del aprobado.