A lo largo del tiempo han sido muchas las ocasiones en las que los ilicitanos nos hemos quejado de la discriminación y el olvido de los distintos gobiernos a la hora de hacer inversiones e infraestructuras en Elche. Inversiones en materia medioambiental, cultural, turística, educativa... Cualquiera de ellas sería bienvenida y aplaudida.

Para paliar los efectos de la crisis financiera se instrumentaron unos Planes especiales de apoyo conocidos como Plan E y Plan C. Aquí en Elche se consiguieron inversiones que de ninguna otra forma hubiéramos podido lograr: el Instituto Tecnológico de la Palmera, el Centro de Enfermos Mentales, el Centro de Alzheimer, la Jefatura de Tráfico, etcétera. Fueron importantes actuaciones, de presupuestos millonarios y, lamentablemente, algunas de ellas todavía están cerradas.

El Instituto Tecnológico de la Palmera se concibió como un gran Centro de investigación, fomento, tecnología y tradiciones artesanales de nuestra Palmera Datilera, elemento principal de nuestro Patrimonio de la Humanidad, con la finalidad de aunar los esfuerzos en conservar, regenerar, revalorizar y dar a conocer el Palmeral Ilicitano.

Se trata de un moderno centro finalizado en 2011, que se encuentra ubicado junto al Centro de Enfermos de Alzheimer, cerca del Hospital General. Un edificio compuesto de tres módulos.

El primero, dedicado al Área de Actividades Artesanales, con 277 metros cuadrados con salas de talleres y almacenes, para dar a conocer los procesos de elaboración, recolección, almacenamiento y trabajos de la palma blanca, así como empleo y utillaje en las operaciones tradicionales de poda y conservación de la palma.

El módulo 2, la Sección Científico-tecnológica, con 277 metros preparados con laboratorios, cultivo in vitro-fisiología, tecnología del dátil y sanidad vegetal; y el módulo 3, para Actividades Administrativas, zonas de servicios generales, salas de usos múltiples y espacios culturales de divulgación. 1.082 metros, para albergar la biblioteca, el centro de documentación, salas de usos múltiples, seminarios, congresos, cursos y talleres.

Fue una gran y ambiciosa inversión, a la altura de un Patrimonio de la Humanidad orgullo del pueblo ilicitano. Costó 2,5 millones de euros. ¿Qué ha sido de este maravilloso proyecto?

Desde el año 2013 los módulos 1 y 2 están ocupados por la Junta Mayor de Cofradías y por APSA, a pesar de que el documento que se redactó y aprobó en 2009 con el Proyecto del Instituto Tecnológico de la Palmera deja claro que «el uso característico de la edificación es el educativo-cultural, donde se desarrollarán actividades científicas, de investigación, educativas, profesionales y empresariales». Ahora, el módulo 3 se ofrece a una empresa para su explotación, se convocó, y está en trámite, un concurso al que se ha presentado una única empresa.

El objeto de la concesión es el uso, gestión y explotación del edificio al que se añade un vivero municipal, mediante el otorgamiento del uso privativo a través de una concesión demanial, con el fin de destinarlo al desarrollo de los trabajos de investigación en torno a la palmera datilera y sus variedades, promoción de su cultivo en Elche y producción de palmeras datilera in vitro para su comercialización.

Respecto a la función docente, el actual pliego obliga al adjudicatario a ofertar visitas guiadas gratuitas a las instalaciones del Instituto doce días al año y realizar una vez al año un curso de 30 horas para la formación teórico-práctica. ¿Esta es toda la función docente, educativa, investigadora...?

¿Es en esto en lo que el Ayuntamiento ha convertido los tres edificios de inversión millonaria, el ansiado proyecto estandarte del Palmeral de Elche? «El artículo 11 del Decreto Ley 1/2009: Reintegros(...)cuando se ponga de manifiesto que los recursos del Plan no se han aplicado a los fines para los que fueron entregados ... dará lugar al reintegro total de la aportación recibida por el correspondiente Ayuntamiento» ¿Habrá que devolver 2,5 millones?

Dada la experiencia del equipo de gobierno en las indemnizaciones de proyectos inadecuados (véase Mercado Central), sorprende que repitan la cláusula vigesimosexta punto 2 d): «La administración deberá indemnizar al concesionario por el rescate de la concesión en el supuesto de que dicho rescate lo sea por razones de interés público».

Y por último, apelando a la transparencia, esperamos que se pueda comprobar la fecha y los documentos de la única empresa que se ha presentado. De momento solo sabemos que la empresa Gaia Lab Spain SL, de origen magrebí, se constituyó el 6 de febrero de 2017, cuatro días antes de la finalización del plazo... Y que duración de la concesión será de 12 años, prorrogables por periodos de dos años, hasta un máximo de 75 años. Mucho ¿no?