Los nuevos conceptos de estructura familiar han desembocado en que las demandas que llegan a los juzgados de Elche para regularizar la situación de los hijos se dispare entre los padres que no tienen un vínculo matrimonial, es decir, entre las parejas de hecho, que no están inscritas como tal. El aumento de progenitores que no están casados, que rompen su relación y que recurren a los tribunales para definir las medidas de los menores, como principalmente la custodia y las pensiones, ha hecho que los contenciosos de estas características repunten entre un 20% y un 30% en el último año, según fuentes judiciales. No obstante, en el juzgado de Familia de Elche todavía son mayoritarios los casos que van aparejados a los divorcios o las separaciones matrimoniales.

La nueva tendencia, que no solo ha sido detectada entre los órganos judiciales de la ciudad donde finalmente se resuelven los litigios, sino también y como consecuencia de ello, ha afectado a los letrados que se encargan de defender los intereses de cada una de las partes. «Esta nueva realidad se produce como consecuencia de que muchas parejas no quieren contraer matrimonio porque piensan que se van a ahorrar el procedimiento judicial si se separan», apunta Asunción Latour, presidenta de la sección de Familia del Colegio de Abogados de Elche. Algo, que según la experta en Derecho, es un error, ya que en el momento que se tienen hijos también se acaba en los juzgados. En su caso, Latour ha detectado, entre los asuntos con los que ella trabaja a diario, que un 80% de los procedimientos judiciales por temas de familia corresponden a uniones de parejas.

De igual manera, este panorama también llega hasta el turno de oficio, donde los ciudadanos acceden a la defensa de un abogado de forma gratuita. En este organismo, según la coordinadora de la sección de Familia del Colegio de Abogados, Rosa López, también han contemplado cómo se han disparado los contenciosos en el ámbito extramatrimonial.

Principal disputa

¿Los principales motivos de las discusiones en los tribunales? Si la custodia es compartida o individual. Una demanda que sigue al alza, según Asunción Latour, pese a que el Tribunal Constitucional anuló la ley valenciana que establecía el pacto de convivencia familiar. Y es que tras esta sentencia de invalidación dictada el 16 de noviembre de 2016, son muchos los padres que han mostrado su temor y sus dudas sobre la fijación del régimen de guardia y custodia para los hijos menores, tal y como han detectado desde el Colegio de Abogados. No en vano, según la presidenta de la comisión de Familia, hay una alto índice de desinformación entre las parejas, ya que «el Código Civil ampara la custodia compartida y el Tribunal Supremo lleva diciendo que el sistema preferible también es ese, siempre que se den los requisitos», apunta Latour.

Pese a esa incertidumbre, los progenitores siguen reclamando ejercer la custodia legal de sus hijos menores de edad, en igualdad de condiciones, de derechos y deberes sobre los mismos. «Los hombres ahora están más involucrados en la crianza y en la educación de los hijos que antes. A ello se suma que las madres acceden con más facilidad a la custodia compartida y es más fácil llegar a acuerdos», señaló Latour.

No en vano, uno de los procedimientos que actualmente más llegan al juzgado de Familia de Elche tiene que ver con la modificación de medidas, relacionadas con la custodia, las pensiones, después de que haya dictada una sentencia, por que los padres entienden que han cambiado sus circunstancias, según fuentes judiciales. Algo en lo que, generalmente, no hay consenso entre las partes. La revisión de estos asuntos también conlleva a un mayor atasco en el órgano judicial, ya que el repunte es progresivo y el pasado ejericicio ya supuso un incremento del 20% de los procedimientos.

Demora de resolución

Esta nueva realidad social, junto a la alta tasa de divorcios y separaciones que registra la ciudad (en torno a las 800 en 2016, según el Consejo General del Poder Judicial), ha incrementado con creces la carga de trabajo en el juzgado ilictano. La escasez de la plantilla para la cantidad de litigios que han de resolver a diario se ha visto agravada ahora por la falta de un funcionario de auxilio judicial que asista las vistas, según fuentes judiciales.

Ante ello, el personal ha tenido que redoblar el esfuerzo para evitar la suspensión de juicios, ya que los asuntos requieren de una atención inmediata. De ahí a que, en ocasiones, se tengan que adoptar medidas urgentes que primen el interés del menor, para evitar el aplazamiento de las vistas. Esa congestión de trabajo ha llevado también a que se haya dilatado durante varios meses los señalamientos o las designaciones de los días para la celebración del juicio.