La Asociación de Vecinos de Arenales del Sol va a solicitar próximamente una reunión con representantes del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Elche para que les informen de la situación del hotel y los peligros que puede suponer para los residentes, visitantes y empleados que trabajan en negocios próximos el hecho de que el edificio, ubicado en primera línea de playa y en un estado totalmente deplorable, contenga amianto, un componente altamente cancerígeno y que se utilizó para la construcción de los pilares entre los años 1960 y 1963.

Tras conocerse que una empresa especializada deberá entrar en el momento en que se lleve a cabo el derribo del edificio, puesto que el amianto debe ser desmantelado de una manera muy cuidadosa por parte de operarios que deben llevar trajes aislantes, mascarillas autofiltrantes contra partículas y guantes resistentes a rasgaduras o perforaciones, la entidad vecinal quiere saber si existe o no riesgo real.

El presidente de los vecinos de Arenales del Sol, Fernando Cano, se muestra preocupado, además, por el hecho de que se pueda generar una alarma social sin estar justificada al conocerse este hecho, o llegado el momento en que los transeúntes empiecen a observar distintos obreros con trajes aislantes y máscaras.

Por este motivo, y también para conocer cuál es el futuro de lo que queda del inmueble y si éste va a continuar en su actual estado de cara al próximo verano, está previsto mantener, después de Semana Santa, una reunión con responsables de Turismo y Urbanismo del Consistorio.

Precisamente, la edil de Turismo, Mireia Mollà, manifestaba ayer que su negociado se había dirigido al departamento de Urbanismo para conocer si es necesario ampliar el actual perímetro vallado en torno al hotel para minimizar aún más los posibles riesgos, en el caso de que los hubiera.

«Queremos saber si hay que añadir alguna medida al cordón establecido; si el cordón es suficiente para la seguridad de cualquiera», señalaba Mollà, pensando en estas inminentes vacaciones de Semana Santa. De igual modo, afirmó que se había pedido información a Urbanismo de si las obras de demolición iban a empezar de forma inminente, algo, por otro lado, altamente improbable, según apuntan también fuentes municipales.

Como mensaje de tranquilidad, el responsable técnico del equipo técnico de las obras del hotel, Florentino Regalado, afirmaba ayer que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ya había realizado hasta la fecha tres inspecciones, todas ellas con resultado positivo, «y nos han dicho que estamos haciendo las cosas bien».

Además, desde el primer momento en que se empezó a trabajar en la rehabilitación, se ha contado con una empresa especializada, «con un equipo técnico de primera», por lo cual rechazaba que ahora los ecologistas «pongan el grito en el cielo».

Para Regalado, lo primero es la seguridad de las personas, y que es la empresa propietaria del hotel la primera interesada en garantizarla, de ahí el malestar en la misma sobre las dudas de si el derribo del edificio se va a llevar correctamente. Es más, Florentino Regalado considera que precisamente por el hecho de querer eliminar esos pilares que contienen amianto en su interior y por retirar otros que no cumplen con la normativa antisísmica, en parte, se les paralizó la obra y se les abrió expediente por parte de Costas.

Por otra parte, fuentes municipales indicaron ayer que la solicitud por parte de la propiedad de la licencia para derribar la parte antigua del hotel presenta algunas deficiencias que ahora deberán ser subsanadas.