El inquebrantable espíritu de superación que cincela la vida de María Ainhoa Leal Ruiz ha convertido a esta ilicitana en la primera estudiante con discapacidad auditiva que cursa una carrera en la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche. Ainhoa empezó a perder audición siendo una niña a causa de una sordera genética que acabó silenciando su mundo, que no su mente. Decidió seguir estudiando contra viento y marea, haciendo un sobreesfuerzo brutal para superar el Bachillerato leyendo los labios de sus profesores. Hoy, estudia el primer curso de Comunicación Audiovisual gracias al apoyo de la UMH y la Fundación Esperanza Pertusa, de la empresa Gioseppo, lo que le permite contar con una intérprete de lenguaje de signos y seguir el desarrollo de las clases con normalidad. Su historia, única en la Universidad ilicitana, sirvió ayer de fuente de inspiración para los trabajadores de Gioseppo durante el acto de entrega de una beca que asoma como un auténtico tesoro.

Ainhoa sigue hablando con relativa normalidad, aunque cuando hay mucho público «no controlo la voz porque no me oigo». Así, ayer prefirió diseccionar su particular carrera de obstáculos apoyada en la intérprete de signos que le acompaña cada día en sus clases en la UMH. Ainhoa decidió aprender el lenguaje de signos al acabar Bachillerato y, desde entonces, todas las piezas vuelven a encajar en su mundo. «En el instituto me tenía que sentar en primera fila para seguir las clases mediante lectura labial, pero era agotador y muchas veces no entendía nada», recordó ayer Ainhoa, a quien sus «problemas de comunicación» le hicieron renunciar inicialmente a cursar una carrera universitaria.

«Tenía miedo de ir al campus y me apunté a un ciclo de lenguaje de signos», rememoró ayer ante la atenta mirada de los trabajadores de Gioseppo. «Mi autoestima aumentó desde el primer día y, cuando acabé el ciclo, decidí matricularme en la UMH», añadió Ainhoa, quien hubiera apostado por estudiar Magisterio si la legislación vigente permitiera a los sordos trabajar en Educación.

Discriminación

Descartada la opción ante la falta de salidas laborales, también pensó en matricularse en Psicología antes de apostar definitivamente por cursar la carrera de Comunicación Audiovisual. Detrás de esta apuesta se oculta el objetivo de dar visibilidad a un colectivo olvidado por la televisión, la radio e internet.

«En los medios no hay lenguaje de signos ni ningún tipo de adaptación que los haga accesibles a la gente con problemas auditivos», denunció Ainhoa, dispuesta a aportar su «granito de arena» para acabar con esta discriminación. Desde que la UMH le notificó que podía tener una intérprete personal para estudiar una carrera, se siente con fuerzas para eso y más. «Me dije a mí misma que tenía que aprovechar esta oportunidad para seguir desarrollándome», señaló orgullosa. «Ahora me entero de todo, aunque no puedo tomar apuntes a la vez que sigo las clases», añadió, aunque para eso cuenta desde el primer día con el «apoyo de mis compañeros». «Estoy aprendiendo mucho y me siento muy orgullosa de poder estudiar en la UMH. Pienso que puedo hacer lo que quiera», añadió esta futura comunicadora de alma indomable.

El acto de entrega de la beca, celebrado en la sede de Gioseppo, contó con la participación de la presidenta de la Fundación Esperanza Pertusa; la directora de Recursos Humanos de Gioseppo, Esperanza Navarro; el vicerrector de Estudiantes y Deportes de la UMH, Francisco Javier Moreno; el director del área de Atención al Estudiante con Discapacidad, Raúl Reina; y la directora de proyectos de la Fundación Esperanza Pertusa, Laura Cárdenas. Tras el acto, y a la conclusión de su inspiradora charla, los trabajadores despidieron a Ainhoa con una atronadora ovación... en el lenguaje de signos.