La primera jornada de cierre al tráfico por completo de la Corredora ha obtenido el beneplácito de vecinos y viandantes en el centro de la ciudad, mientras que otros, principalmente a los viajeros del autobús urbano, han acogido esta medida con desconcierto y cierta sorpresa. De hecho, fueron muchos los que se enteraron del cambio cuando fueron a subir o a bajar del autobús. Los paneles informativos del tiempo de parada de cada una de las líneas en la Plaça de Baix estaban apagados, por lo que muchos, al ir acoger el autobús, se han encontrado con el cartel que indicaba que debían ir a la parada de Doctor Caro o de la Avenida de la Comunidad Valenciana. «Podrían haber avisado con un poco más de tiempo, no sabíamos nada. Son unos pocos metros más, pero se notan, sobre todo a la gente mayor o con problemas de movilidad», apuntó ayer una pareja de ancianos.

Otra mujer de avanzada edad mostró su sorpresa cuando tuvo que bajar de la línea H en Doctor Caro al indicarle el conductor del autobús que el itinerario de su línea habitual cambiaba los sábados a partir de ayer. «Si no me lo llega a decir, me voy mucho más lejos de mi parada. Ahora que lo sé, será cuestión de acostumbrarme al cambio», aseguró.

Los vecinos del centro, sin embargo, manifestaron su aprobación porque «ahora sí se puede ir con total tranquilidad».

Las calle de la Corredora aparecían desde ayer al mediodía más vacías por la ausencia del paso del transporte urbano y los peatones paseaban por la calzada, que se convirtió, de 12 a 24 horas, en una prolongación de la acera. Mientras, las luces de los semáforos a lo largo de esta céntrica calle seguían alumbrando como de costumbre para la organización del tráfico, por lo que muchos se preguntaban para qué.

Un vecino del centro aprobó la iniciativa del cierre completo al tráfico aunque manifestó que, en realidad, desconocía esta medida hasta esa misma mañana. «En realidad no me había enterado de que los autobuses no pasaban, pero me parece estupendo no tener que estar pendiente del tráfico en esta calle», opinó. Esa opinión iba en sintonía con la de una pareja que caminaba tranquilamente por el tramo de calzada frente a la glorieta y que se tuvo que apartar a un lado por el paso de una bicicleta. «Da gusto que sea el timbre de una bici el que nos haga apartarnos de nuestro camino y poder pasear a nuestras anchas por aquí». Así, la primera jornada sin autobuses circulando por la Corredora transcurrió con esa mezcla de aceptación y curiosidad ante el cambio que da más espacio a los peatones.

Recorridos que cambian

En total son seis las líneas de los autobuses urbanos que modifican su itinerario para no circular por la Corredora. La línea F mantiene su recorrido habitual hasta Doctor Caro y después gira hacia Blasco Ibáñez hasta la avenida del Ferrocarril. La línea H se desvía, tras Doctor Caro, por Blasco Ibáñez hacia Nuestra Señora de la Cabeza y Puerta de Alicante. La línea E circula desde Jorge Juan a Major del Pla, puente de la Virgen y hacia Eugeni d'Ors. La línea J pasará, tras Doctor Caro, por la avenida Blasco Ibáñez, Jorge Juan, Gabriel Miró y el Puente de la Virgen hacia la calle Ángel. Las líneas 1A y 1B pasarán por la avenida del Ferrocarril y la de la Libertad en vez de por la Corredora. No obstante, esta medida será provisional y los taxis sí que podrían acceder todavía en casos excepcionales, para los usuarios que residan en esta vía.