«La Conselleria de Cultura es la que tendrá que determinar con su informe si es viable o no el aparcamiento del Mercado Central. No es una cuestión que dependa del Ayuntamiento, sino de Cultura». Con estas palabras, el concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez tiraba ayer balones fuera y fiaba una vez más la continuidad o no del nuevo proyecto, que pasa por derribar el actual edificio y construir un parking subterráneo, a lo que diga la Generalitat.

Lo hacía después de que un técnico municipal emitiera un nuevo informe, desfavorable también, sobre la reordenación del tráfico rodado en torno al inmueble, en el que alerta de la falta de seguridad en varias vías. No en vano, después de salir a la luz ese estudio sobre la reordenación del tráfico y sobre cómo afectará a las calles Daoiz, Salitre y Major de la Vila, por ejemplo, el tripartito también cuestionaba ayer si resolver esos frentes abiertos sobre la peligrosidad de las calles sería competencia de la empresa que vaya a construir el Mercado Central o del propio Ayuntamiento.

Con el debate cada vez más enredado, el Ejecutivo local también rizaba más el rizo ayer en cuanto a las posibilidades de futuro que podrían abrirse en torno al cuestionado proyecto. El concejal de Urbanismo abría la puerta a que la Conselleria de Cultura pueda resolver a favor de una protección intermedia de los restos del Mercado Central y dejaba en manos de la empresa adjudicataria la decisión sobre la viabilidad de construir el aparcamiento en caso de que no todos los restos arqueológicos hallados en el subsuelo sean catalogados de interés por la Conselleria de Cultura.

Tan solo se trataba de una hipótesis más, pero que no se había reconocido públicamente hasta la fecha. Hasta ahora, las alternativas que se barajaban sobre el desenlace de la construcción del nuevo edificio eran dos. Por un lado, si aparecieran restos de interés para salvaguardarlos, se procedería a la rescisión del contrato sin ningún tipo de indemnización. Y, por otro lado, si se el Consell plantea que las excavaciones carecen del valor necesario sería posible construir un aparcamiento subterráneo.

Más allá de lo que siempre se ha debatido, el Ejecutivo local también revelaba ayer que podría darse una tercera opción. Y es que la Conselleria dictamine que lo de dentro del Mercado no tiene relevancia pero lo que hay fuera sí, que son los Baños Árabes y el refugio de la guerra. Y otra alternativa que mencionaba el concejal de Urbanismo es que Cultura clasifique de interés una parte de los restos hallados en el subsuelo y que quede otra parte que carezca de valor y decida no protegerla.

No obstante, en caso de que esta vía se convirtiera en realidad, el equipo de gobierno también dejaba ayer en manos de la empresa valorar si es viable construir un aparcamiento pero de menor superficie. Una vez más, la cuestión del parking con 300 plazas que plantea la mercantil vuelve a recrudecer la polémica en torno al proyecto.