Transparencia: esa palabra de moda entre políticos de uno y otro bando con la que pretenden ensalzar su gestión y librarse del obscurantismo que ha caracterizado, y caracteriza aún hoy, la relación entre los políticos y las administraciones con los ciudadanos. Un objetivo muy lejos de la realidad, tal y como le recordaron ayer al conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, diferentes colectivos ciudadanos durante el debate «Transparencia en la Administración Pública» organizado por el colectivo Ágora d'Elx con la participación de la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas de Alicante (PIC), al que asistió el propio Alcaraz. El cuarto integrante del debate fue el interventor municipal Fernando Urruticoechea, un crítico con la corrupción y la opacidad de la administración, conceptos que suelen ir de la mano.

La Conselleria de Transparencia es de nueva creación en este «gobierno del cambio» en el Consell, y ha estado acompañada de concejalías homónimas en muchos ayuntamientos de colores similares, con un resultado mucho menos prometedor de lo que esperaba la ciudadanía.

Para muestra, un botón. La opacidad del Ayuntamiento de Elche en relación a facilitar toda la documentación de la que dispone en relación al expediente del Mercado Central, fue el mejor ejemplo de cómo la etiqueta de la transparencia y el compromiso político, o más bien verbal, no se corresponde con la realidad. De hecho, la propia Conselleria de Transparencia ha tenido que mediar entre los colectivos ciudadanos y el Ayuntamiento para que este entregara documentación que, en teoría, debería ser accesible a toda la ciudadanía.

Alcaraz reconoció que el desarrollo de la Transparencia «tiene sus problemas y contradicciones» y que es un asunto complejo al tener que lidiar con otros derechos como el derecho a la intimidad o la protección de datos. Excusas que no sirvieron a la inmensa mayoría del medio centenar de personas que se dieron cita en la Sala de Conferencias de Radio Elche, que acogió el debate abierto. Pablo Fernández, presidente de Ágora d'Elx, trasladó que «publicitar la Transparencia queda muy bien pero aún hoy es difícil acceder a cierta información» de la Administración.

En la misma línea se manifestó Manuel Marco, presidente de la PIC alicantina. Alcaraz, por su parte, trató de vender la gestión de su Conselleria aludiendo a que hace unos años nadie hablaba de Transparencia y ahora sí está en boca de todos, por lo que consideró que sí se ha avanzado en esta materia. Una defensa que abandonó conforme se fue calentando el debate, con Urruticoechea como el más crítico, así como el público existente, hasta el punto de que rehusó contestar a una pregunta del público porque «diga lo que diga, a estas alturas del debate, vas a pensar igual», espetó a un participante. Según Alcaraz, «hemos caído en el error de meterlo todo en el mismo saco y sea lo que sea, la culpa es de la política», añadió ante las críticas al funcionamiento del sistema político.

Mercado Central

Las alusiones al Mercado Central fueron una constante en el debate, al ser un tema de candente actualidad y en el que ha quedado demostrada la falta de transparencia de la administración local. En este sentido, la edil y portavoz de Compromís Mireia Mollá, quiso distanciar posturas tras las alusiones a las palabras de Patricia Maciá en relación a uno de los informes del Mercado. «En este tema no hay una postura del Ayuntamiento. Hay una del PSOE y otra de Compromís. Que quede claro a todos». Obviando, eso sí, que Maciá es la portavoz de la Junta de Gobierno, y no solo del PSOE, por lo que sus palabras como tal sí representan a la totalidad del Ejecutivo Local.