De forma excepcional. La Ley del Palmeral permitirá, si el borrador que ha elaborado el Ayuntamiento sale adelante, construir espacios públicos culturales dentro de los huertos históricos. El casco urbano y las zonas protegidas por la Unesco podrían admitir, de manera extraordinaria, la apertura o edificación de museos o centros de interpretación necesarios para la divulgación de los valores protegidos por la nueva normativa. Así se hacía público ayer durante la sesión pública del Patronato del Misteri, con la presencia del conseller de Educación y Cultura, Vicent Marzà, en la que la actualización de la normativa centró casi toda la convocatoria.

La oportunidad para crear dotaciones culturales y el hecho de dejar una puerta entreabierta a determinadas construcciones supondrá entonces dar luz verde a una edificabilidad parcial en la zona urbana donde el objetivo inicial es que este espacio tenga un uso agrícola. No obstante, ésta será una de las salvedades que acogerá el Palmeral situado dentro de la ciudad, ya que el Ayuntamiento quiere blindar los huertos urbanos de cualquier amenaza urbanística, por lo que no permitirá construir ni colegios, ni hoteles, ni viviendas.

Es más, el equipo de gobierno está dispuesto incluso a trasladar centros educativos para recuperar huertos tradicionales y ganar espacio. Es el caso de los colegios Hispanidad y Reyes Católicos situados en pleno corazón del Palmeral. No obstante, el tripartito quiere dejar atado en el Plan Especial del Palmeral, que está elaborando, que antes de tomar la decisión de desalojar cualquiera de los centros educativos susceptibles, tendrán que estar listas futuras construcciones que posibiliten la salida de los alumnos de las actuales dotaciones. Cosa que será a medio o largo plazo.

Por el momento, a lo que ya se ha comprometido el Ejecutivo local es a presentar esa normativa, pendiente de aprobar desde hace una década, a principios del próximo año. De cualquier manera, la posibilidad de construir infraestructuras culturales no será la única excepción que podría hacer la Ley del Palmeral en el ámbito de la ciudad. Y es que el borrador de la normativa también contempla el cambio de uso de suelo, con lo que viviendas ya construidas podrían reconvertirse en hoteles y restaurantes si se considera adecuado para el sostenimiento del Palmeral. Otra cosa será lo que ocurra con los huertos situados en la zona rural, donde, de entrada, sí que estará permitido el uso hostelero y hotelero, pero con edificaciones solo en el 2% de las parcelas.

No obstante, todo aquel movimiento relacionado con el ladrillo que autorice el futuro reglamento tendrá que ir acompañado de informes de integración paisajística, que serán estudiados caso por caso, con la intención de respetar en todo momento la sostenibilidad de los huertos y su esencia agrícola.

Intenciones

La segunda convocatoria pública del Patronato del Palmeral ponía así, sobre la mesa, la reforma de una normativa que no se actualizaba desde el año 1986. Los integrantes de este organismo tomaban parte en una sesión que el propio alcalde, Carlos González, describía ayer como una de las «más importantes de cuantas se hayan celebrado en las últimas décadas para la protección y salvaguarda del Palmeral».

Por su parte, el conseller de Cultura cogía el guante al primer edil para sacar adelante la ley y poner en valor el Patrimonio de la Humanidad. Una iniciativa que llegará a las Cortes, donde los grupos parlamentarios debatirán la normativa y presentarán sus aportaciones. Eso sí, el titular del Consell no pudo precisar ayer cuándo podría obtener luz verde el nuevo reglamento y reconocía que los plazos administrativos son lentos. Lo que sí dejó claro el conseller es que, por parte de la Generalitat, hay «voluntad» y «firmeza» para proteger el Palmeral y para permitir otros usos que hasta ahora no eran posibles. Algo que relacionaba directamente con la intención de que los huertos tengan una mejor atención y ganen en visibilidad para los ciudadanos con su puesta en valor.