El Molí del Real se convirtió ayer en el escenario de una acción cultural de tintes solidarios con el castigado pueblo sirio, en concreto, y con todos los refugiados que tan mal lo están pasando en general. Los artistas pueden tender puentes a favor de la integración a través de sus obras, lo que hizo ayer el proyecto Vientos del Pueblo Sirio, que reunió a más de medio centenar de niños ilicitanos para pintar los primeros trazos de un mural que será completado en la isla de Lesbos durante el proyecto de ayuda que se hará sobre el terreno entre el 25 de julio y el 15 de agosto.

Vientos del Pueblo Sirio ha contado para esta propuesta de creación de paneles con la colaboración de la Asociación de Bellas Artes. Ayer convirtieron el Molí del Real en un taller artístico en el que los niños ilicitanos pusieron su granito de arena para ayudar a otros menores que lo están pasando peor, por mucho que no fueran conscientes del dramatismo de uno de los grandes problemas que está sufriendo Europa en los últimos años.

«Hemos creado un espacio para unir dos culturas», aseguró la trabajadora social Paloma Jiménez. La joven es una de las personas que están detrás del proyecto solidario Vientos del Pueblo Sirio. «En Europa cada vez hay más ideas políticas que quieren vincular la inmigración con el miedo. Nosotros hemos logrado herramientas para acercar dos pueblos. Los murales que hemos pintado sirven para poner en común a la población ilicitana con los refugiados en Lesbos», subrayó.

Vientos del Pueblo Sirio surgió como un colectivo multidisciplinar ligado a Elche con la intención de ayudar a las miles de personas que permanecen refugiadas en los campos griegos. Inspirados en los versos de Miguel Hernández, se ayudan de acciones culturales de todo tipo como la que llevaron a cabo ayer con los niños ilicitanos. Con ello quieren transmitir los mismos sentimientos de amor, justicia y libertad que destilaban las letras del poeta oriolano.

En la creación de los murales de ayer, Vientos del Pueblo Sirio contó con la ayuda de la acuarelista ilicitana Fina Aniorte, expresidenta de la Asociación de Bellas Artes de Elche. «Hemos pintado imágenes icónicas de nuestra ciudad y otras relacionadas directamente con Siria. Son paneles que van a ofrecer mucho color», apuntó la artistas sobre unas obras que serán rematadas entre julio y agosto en Lesbos. «También vamos a hacer talleres de teatro con refugiados, un movimiento artístico que surgió en las favelas de Brasil», añadió Jiménez.

La joven trabajadora social cuenta en su proyecto con la colaboración del cámara Mario Hernández y el fotógrafo Rubén García, que estudio en la Escuela de Arte y Diseño de Alicante. Con la participación ayer de los niños ilicitanos consiguieron dar un nuevo paso en su misión solidaria.