El ente público Aeropuertos Nacionales y Navegación (Aena) ha prolongado «sine die» el periodo de adaptación de los controladores aéreos privados que comenzaron a trabajar en abril en la torre del aeropuerto provincial supervisados por los profesionales de Aena hasta el pasado octubre de 2013, fecha en la que ya se debían haber quedado sólos. Los controladores de la plantilla estatal siguen en sus puestos con lo que al menos durante varios meses más, el control en Alicante será realizado por los privados, los denominados «low cost», pero tutelados por los dos funcionarios de Aena que siguen en Alicante. Aena aseguró que la externalización del servicio se fundamentaba en el ahorro de la prestación del servicio de dos millones de euros al año. Ocho meses después, la gestión de la torre es pública y privada. Algo que, no obstante, no ha influido hasta ahora en el movimiento de pasajeros, hasta el punto de que la terminal concluye el año 2013, a falta de contabilizar los pasajeros del mes de diciembre, con cerca de setecientos mil pasajeros nuevos.

La empresa Ferronats (Ferrovial-Nats), adjudicataria del control aéreo en la torre de control del aeropuerto provincial desde el 1 de abril de 2013, preveía acabar el proceso de formación de sus profesionales en Alicante el pasado otoño. A partir de entonces, los controladores alicantinos de Aena pasarían a formar parte de la plantilla de los centros de control de Palma, Madrid y Barcelona, y se iniciaba en El Altet una nueva etapa que supondrá, por otro lado, un ahorro de 2 millones de euros al año, que se reinvertirán en rebajar las tasas que se cobran a las compañías.

En concreto, los dos millones de euros se quedarán en la caja del aeropuerto provincial y se emplearán en hacerlo más compatible, en una rebaja de las tasas aéreas que se cobran a las compañías y cuya subida provocó en su día el malestar de compañías punteras en el aeropuerto provincial como Ryanair y Air Berlin.

En total, Ferronats y Aena ultiman actualmente la formación en la torre alicantina a un total de 17 profesionales, el 60% controladores con cierta experiencia que llegaron de aeropuertos británicos (la empresa adjudicataria gestiona, entre otros, los aeródromos ingleses de Heathrow y Gatwick) y militares, y el otro 40% de profesionales con el título bajo el brazo, y que están recibiendo el último tramo de su formación.

Ferronats inició sus operaciones en España en diciembre de 2012 en Vigo, y El Altet es el segundo aeropuerto, y el más grande, de los 13 en que los que se ha privatizado la torre de control. Aena cumplió así con el calendario que comenzó hace dos años cuando anunció que El Altet y su vecino Manises (Valencia) entraban en el lote de 13 aeropuertos en los que se privatizaría el control aéreo.

El grupo formado por Ferrovial y Nats (dos millones de vuelos al año en las 15 torres que gestiona en Europa) se hará cargo de la torre de control durante cinco años que serán prorrogables por un año más y, según Aena, la externalización del servicio le generará un ahorro de costes del 50% sobre la tarifa actual.

El precio de adjudicación de todo el lote asciende a 18,1 millones de euros al año. Hasta ahora el coste era de 33,9 millones. La torre de El Altet atiende al año a unos 36.000 aviones que pagan una media de 650 euros por escala en concepto de tasas por los servicios de control.

Los controladores del aeropuerto de Alicante-Elche están especializados en el denominado control de aproximación. Los aviones vienen supervisados en vuelo por los centros de Barcelona y Valencia, que los dejan en manos de los profesionales de la torre alicantina a unos ocho kilómetros de la pista de aterrizaje. Cuatro o cinco minutos en los que los técnicos de El Altet, ya con el avión en las pantallas o en control visual, van ordenado aterrizajes y despegues.