El estudio, que se puso en marcha en abril y acabará a finales de este mes de junio, comenzó con la realización de 3 test previos a cada uno de los 22 pacientes con el objetivo de valorar la fuerza del paciente y su fatiga percibida, así como diseñar un plan de entrenamiento para cada uno de ellos de forma totalmente personalizada. Así, posteriormente los participantes llevan a cabo un programa de entrenamiento de la fuerza de 12 semanas de duración dividido en 3 sesiones semanales de una hora. Cada día de entrenamiento el paciente rellena unos cuestionarios para determinar la evolución.