A medida que avanza la colocación del vallado del Mercado Central, en el perímetro del inmueble donde se van a realizar las excavaciones, surgen nuevas quejas entre los comerciantes de la zona de la plaza de las Flores y de la plaza de la Fruita. El malestar se debe ahora al material utilizado para colocar el cercado. Desde los establecimientos próximos al inmueble de abastos critican que, con la colocación de las vallas, se ha restado luminosidad. Todo ello unido a la falta de luz que ya venían denunciando en los alrededores del Mercado.

En este sentido, cuestionan que con el chapado que ha colocado la empresa se pueda garantizar la visibilidad total de los trabajos arqueológicos que se realizarán en la zona durante los tres próximos meses. Consideran insuficientes las zonas transparentes en las que sí se permite la visión completa. Precisamente, colectivos como Salvem el Mercat ya reclamaron la colocación de cámaras para poder seguir al detalle las catas y garantizar la transparencia de las actuaciones. Algo que, finalmente, ha sido descartado. El mismo día que comenzaron con el cercado, comerciantes también elevaron sus quejas por la cercanía de las vallas a sus locales y en algunos puntos tuvieron que alejarlas para permitir el paso peatonal.