¿Dónde están almacenados nuestros datos privados, los de una administración pública o los de una empresa? ¿Dónde se guardan físicamente los volúmenes de información que emanan de los móviles, las tablets, los portátiles y los ordenadores? ¿Están seguros? ¿Quién los vigila? Éstas y otras preguntas parecidas acabamos por hacernos conforme vemos cómo la llamada sociedad de la información y la digitalización inevitablemente nos devora tanto a nivel personal como profesional.

Las fotos, vídeos y contenidos de mensajería instantánea trascienden ya nuevos dispositivos electrónicos, así como toda la información que muestran las tiendas virtuales o las copias de seguridad de los contenidos digitales de las mercantiles. Todo ello se encuentra desde hace años en servidores que ni nos imaginamos. Pero ¿están cerca de nuestra casa o empresa? ¿Quién o qué se encarga de garantizar que no se pierda, sustrae o destruye nada de todo aquello que para nosotros tiene un gran valor económico y/o sentimental? Lo cierto es que la provincia de Alicante todavía no tiene mucho que decir en materia de hostings.

Un hosting es un servidor donde se almacena información digital a petición de un cliente, el cual paga a una empresa por este «alojamiento». Y, lógicamente, tener un hosting exclusivo para una empresa, ágil y con gran capacidad, es mucho más caro que contratar un hosting cuyos recursos están compartidos con otras empresas. Es como si pagáramos por una habitación de lujo en un gran hotel o por un cuarto con literas compartidas en una pensión.

Google Cloud, Microsoft Azure, y Amazon Web Services son las estrellas mundiales de estos servicios en la «nube». Sus centros de datos (data center) están repartidos por decenas de países en todo el mundo, con las máximas garantías en todos los sentidos tanto para el usuario doméstico como para la corporación más potente al estar en instalaciones de alta seguridad.

«Nosotros trabajamos con empresas españolas y europeas. En Madrid y Barcelona están los grandes centros de datos, pero nosotros trabajamos bastante con servidores europeos», relata José Alberto Marzá, del departamento de Sistemas de Sollutia, una firma radicada en Alcoy especialista, entre otras materias, en alojamiento web.

Peticiones en aumento

Marzá confirma que cada vez más se ve internet como una oportunidad de negocio, por lo que las peticiones de empresas para solicitar la reserva de hostings no paran de crecer. «Hemos crecido bastante en los últimos diez años y la tendencia es ascendente», apunta este empleado de esta firma especialista.

Lo cierto es que en la provincia de Alicante apenas existen empresas que se dediquen a ofrecer hostings propios, es decir, que físicamente estén en suelo alicantino. ClaveI, en Elche Parque Empresarial, hasta hace unos tres años ofrecía esta posibilidad, pero finalmente vendieron esta parte del negocio a una firma de Valencia. «Estamos notando un crecimiento en el último año de más del 20%. El 80% de los clientes nos preguntan por alojamiento en la nube», revela Carlos Rodríguez, director de Sistemas y CiberSeguridad de esta firma netamente ilicitana.

Las empresas ven aquí la ventaja en que ellos no tienen que poner la infraestructura, no es una inversión que se tenga que hacer de golpe (ya que se puede contratar ahora un tipo de servicio y después ir ampliándolo) y además cabe la posibilidad de pagar por las horas, por la cantidad de datos que se gestione e, incluso, por el uso real que se haga del hosting.

Diferencias en lo público

Pero una cosa son las empresas y otras las instituciones y administraciones públicas. La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), por ejemplo, tiene un entorno mixto, donde la mayoría de los servidores están divididos entre dos centros de datos: uno principal en su sede central de Aguamarga y un centro de datos secundario subcontratado a una organización española en la provincia de Alicante.

«Los dos centros de datos están sincronizados en tiempo real, y está configuración dual fue implementada para asegurar la continuidad de los servicios de EUIPO en caso de un incidente de desastre que pudiese deshabilitar el centro de datos principal», indican desde esta oficina europea. La Universidad Miguel Hernández también cuenta con servidores propios.

Daniel Simón, el hasta hace unos días concejal de Modernización y Nuevas Tecnologías de Alicante, explica que el Ayuntamiento alicantino cuenta con servidores propios en un edificio de la Concejalía de Informática. «Hemos introducido la cláusula de que, en caso de contratar servicios externos, los datos estén siempre en los servidores municipales», indica el exedil, quien apunta que, por otra parte, priman el software libre y el objetivo del «open data» o datos abiertos para mayor transparencia de cara al ciudadano.

Gracias a esto último, y a que se trata de realizar todo con trabajadores municipales, en el presente mandato se han conseguido ahorrar más de cinco millones de euros a las arcas, asegura Simón, quien explica que el Consistorio ha introducido el requisito de contar con un informe de impacto tecnológico, es decir, conocer de antemano si, por ejemplo, el precio de un equipo informático que se tenga que comprar es el adecuado.

En el Ayuntamiento de Elche, el caso es similar. El 99% de los datos están en servidores propios, en un edificio anexo a la Alcaldía y también en otro de redundancia en la Policía Local, para asegurar así que no se cortan las comunicaciones.

Videovigilancia

A sus servidores, que gracias a la tecnología ocupan cada vez menos espacio y tienen mucha más potencia, solo se puede acceder, en el caso del ubicado en el centro de Elche, tras atravesar dos controles de seguridad. La videovigilancia es continua, así como la refrigeración (hay dos máquinas de aire acondicionado y otra tercera por si se rompen las otras para mantener una temperatura constante de 23 grados) y el suministro eléctrico (hay un grupo electrógeno para que nada se detenga en caso de interrupción del suministro eléctrico).

«No obstante, sí tenemos algunos servicios externalizados, como por ejemplo el correo electrónico o las webs, que están en servidores europeos y siempre cumpliendo la Ley de Protección de Datos», señala Josué Castillo, jefe de Telecomunicaciones del Consistorio ilicitano. Hace cuatro años, con el nuevo pliego de telecomunicaciones, el Ayuntamiento se dotó de nuevos servidores, torres de procesadores y discos duros. Es aquí, cerca y lejos por tanto, donde en definitiva se guarda toda nuestra información.