La visita de unos expertos en botánica para conocer e identificar la flora en el entorno del Parque Natural de El Hondo, ha acabado con un listado que incluye algo más que plantas. Y es que, desde hace varios meses, científicos del Grupo Botánico del Sureste y de la Sociedad de Estudios Biológicos Iberoafricanos llevan detectando en el entorno de El Hondo y del Camp d'Elx la presencia de cerdos vietnamitas, una especie exótica y catalogada como invasora. El geógrafo y botánico José Carlos Antón fue de los primeros en alertar de la presencia de estos animales en el área protegida. Los agricultores del Camp d'Elx cercanos a la zona, también han constatado la presencia de estos animales.

En una excursión posterior para comprobar el alcance de ejemplares que campan por el enclave a sus anchas detectaron, a simple vista y sin mucha dificultad unos siete ejemplares. «Había toda una piara por la zona norte de El Hondo, en unos terrenos privados pero ya considerados protegidos por constituir un corredor importante en la zona», asegura el ambientólogo Pablo Perales. El problema no es solo que se hayan avistado estos ejemplares, si no que no se sabe cuántos hay en realidad y que hay también crías, por lo que está probado que estos animales se están reproduciendo. Este hecho preocupa especialmente al grupo de biólogos. Al menos la zona norte del Parque Natural recoge la presencia de estos ejemplares, de los que además, se han visto huellas y rastros. Después de detectar la presencia de estos animales, el grupo de científicos no quiere crear alarmismo pero sí advertir de la presencia de estos animales invasores en el entorno de El Hondo para que se pueda actuar a tiempo.

El norte de El Hondo está fuera del área de los embalses de Poniente y de Levante, las zonas más importantes. La parcela donde han sido avistados los cerdos vietnamitas son parte de un terreno privado, pero es una zona de paso de especies muy importante. «Los animales se mueven y, aunque aún no hayamos visto ejemplares dentro del área de los embalses, ellos no entienden de delimitaciones. Se están reproduciendo y es posible que ya haya ejemplares dentro de esta zona aunque aún no nos consten», advirtió Perales.

El origen de estos ejemplares es, probablemente, una suelta incontrolada. Fueron muchas las personas que adoptaron hace algunos años, como moda, a cerdos vietnamitas, un animal que, cuando es una cría, apenas llega a los tres kilos de peso, pero que rápidamente alcanza los 80 kilos, lo que imposibilita tenerlo en un piso.

Por ello, en muchas ocasiones los cerdos acaban abandonados en el monte, lo que supone un grave incumplimiento de la normativa medioambiental. La mano del hombre ha introducido esta especie exótica en un terreno protegido ilicitano. Los problemas que pueden acarrear la introducción de especies invasoras en cualquier entorno ajeno son difíciles de predecir a corto plazo o medio plazo. No obstante, esta especie de cerdos, catalogada por la Generalitat Valenciana como especie exótica invasora puede ser peligrosa si se hibrida con los jabalíes autóctonos. Este hecho ya se ha registrado en varios puntos de España. La especie resultante de la reprodución entre jabalí y cerdo vietnamita ha sido bautizada como «cerdolí».

Los híbridos resultantes tienen camadas más numerosas y frecuentes que las de los jabalíes, porque la hembra de jabalí tiene uno o dos periodos de apareamiento al año, mientras que la del cerdo vietnamita tiene uno cada mes. Otro de los problemas es que, los cerdos vietnamitas son mascotas, por lo que se acercan a los núcleos urbanos. Al estar acostumbrados al contacto humano no huyen, campan a sus anchas y a plena luz del día, por lo que la posibilidad de reproducción es más alta.

No en vano, además de la alta reproducción, otro de los inconvenientes que podría conllevar es que son animales omnívoros y pueden predar los huertos de cercanos, incluyendo también la ingesta de especies de flora protegida. Además, podrían acabar con especies de aves protegidas al destrozar sus nidos.