El aumento de alojamientos turísticos en inmobiliarias y a través de las plataformas de alquiler en internet, en locales que estaban concebidos como viviendas y pisos de habitabilidad permanente, también está impactando en localidades turísticas de la provincia, como son Alicante, sobre todo el centro, Benidorm, Santa Pola, Guardamar o Torrevieja.

Benidorm, en 2017 tenía el metro cuadrado más exclusivo del mercado del alquiler, que se pagaba a 7,9 euros. En Alicante, según el portal Idealista, el precio por metro cuadrado en alquiler subió un 2,9% en el primer trimestre del año hasta los 6,1 euros por metro cuadrado al mes en 2017. Cada vez más, estas viviendas las alquilan turistas por poco temporadas muy cortas y estacionales.

En muchos casos, este cambio hace que aumente el precio de los alquileres y cambien los usos de los espacios, a veces, de una forma imperceptible, sin que quede muy clara cuál será su futuro y su evolución en las ciudades.